Por un lado, la alcaldesa saliente manifiesta que quiere un área de gestión, pero que no sabe cuál elegir. Y por otro, la futura alcaldesa de la capital dice que además de la Alcaldía mantendrá también la Concejalía de Festejos y Tradiciones Populares bajo su responsabilidad directa durante los próximos dos años. Oído lo cual, no es solo un error, sino que además es la demostración de un pacto de relevo irrelevante para la ciudad, y, aún mucho más para el partido que aspira a gobernar el Ayuntamiento hasta las próximas elecciones. 
Ciudadanos, renunciando al liderazgo de la alcaldía está renunciado de antemano a tener continuidad. Los objetivos que tenga pendientes Eva María Masías en su concejalía también puede hacerlos realidad desde la posición de alcaldesa. La Concejalía de Festejos y Tradiciones Populares, que actualmente ocupa, no puede distraerla de asuntos mayores de la ciudad.  
No será fácil para Ciudadanos asumir la alcaldía de la capital en un momento de descomposición del partido, compartiendo liderazgo con el PSOE, mientras que sus compañeros y afiliados se pasan al PP. Ciudadanos es consciente que su electorado en Ciudad Real está mucho más cerca del PP que del PSOE. Quizás por ello, ese conocimiento sociológico del votante y del resultado de las recientes encuestas realizadas suponga la renuncia tácita a ejercer un liderazgo fuerte en el Ayuntamiento que le permita luchar por el sillón en el 2023. En el PP y en VOX deben de estar contentos viendo cómo los afiliados y simpatizantes de la futura alcaldesa se cambian de partido mientras ella renuncia a ejercer un liderazgo en el Ayuntamiento en los próximos dos años. El PP solo tienen que hacer oposición al PSOE porque Eva María Masías es una continuación.
El Ayuntamiento requiere la  atención y dedicación del alcalde  para coordinar las distintas áreas de trabajo, de todos los concejales, de todos, sin excepción, salvo que, en las conversaciones para el pacto de relevo, las de Ciudad Real, no las de Toledo,  que dicen ambas alcaldesas que aún no se han producido, Al ayuntamiento se organice en dos áreas, una del  PSOE y otra de Ciudadanos, para que cada una de las alcaldesas siga ejerciendo el liderazgo sobre su grupo y  la alcaldía solo sea la representación en los actos  institucionales. Es decir, ahora le corresponden las fotos con el bastón de mando a Ciudadanos, pero el gobierno y control de todas las áreas sigue en manos del PSOE. Si eso es así, ambas alcaldesas ya tienen asegurada su presencian para la historia en la galería de alcaldes de la Casa Consistorial, de eso que no se preocupen. Dicho lo cual, todo hace suponer que las cosas no cambiarán y las decisiones de calado, pero, sin criterio político, seguirán tomándose en el mismo despacho fuera de la alcaldía. 
En el PSOE, con esa solución también tienen que estar contentos porque mantienen el poder de decisión sobre los proyectos presentados durante estos últimos meses y actualmente en curso. Esa estrategia, la de capitalizar los proyectos de mantenimiento de la ciudad, creen que les puede ayudar a  revalidar la alcaldía en el 2023, puesto que todo lo que queda por hacer en los próximos dos años del mandato de Ciudadanos está ya organizado y es el  fruto de  la gestión de  Pilar Zamora. Pero, craso error para el PSOE fiar a esa estrategia el futuro. Igualmente, craso error para Ciudadanos renunciar al liderazgo si piensan volver a presentarse. 
En la misma medida y proporción que el PP y Vox canalicen los votos de ciudadanos, en la capital, desaparecen las opciones de gobiernos del PSOE. La mejor estrategia para el PSOE es potenciar la figura de la próxima alcaldesa durante los dos próximos años y que vuelva a presentarse, con Ciudadanos o sin él. Dejarla sin liderazgo y ahogarla es lo que quiere el PP. 
Si la futura alcaldesa quiere continuar en política necesita identidad propia. El discurso de Ciudadanos, de querer hacer ciudad, no es el de cumplir los 42 acuerdos de inicio de legislatura, pactados puntualmente en 48 horas con el PSOE para justificar un  cambio de rumbo en las negociaciones con el PP, como si fuese un acuerdo de máximos. Ciudad Real necesita mucho más que eso para avanzar. Ahora bien, si los concejales de Ciudadanos han decidido dejar la política o, por el contrario, piensan pasarse a otro partido, entonces han elegido la estrategia correcta.