Ciudad Real, al loro del límite de temperaturas

C. M.
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En Ciudad Real se da un cumplimiento mayoritario de la normativa energética, como se deduce al comprobar las temperaturas de varios comercios en estos días de adaptación al nuevo decreto ley

Ciudad Real cumple las normas de límite de temperaturas - Foto: Tomás Fernández de Moya

Hora indefinida de la tarde, día laborable de verano en la semana anterior a la feria y fiestas. Ciudad Real se mueve entre el descanso de los empleados que han finalizado su turno y el anhelo de quienes aún cumplen. Los de las tiendas de ropa son algunos de ellos. Aún les quedan varias horas para terminar. El calor es un compañero hostil en su jornada. Las últimas exigencias en materia energética no se lo ponen fácil, y a pesar de todo son rigurosos.

Estas tiendas, junto a los establecimientos de hostelería de la capital, son algunos de los más afectados por estas modificaciones, aunque se ajustan a la recomendación. Al observar las temperaturas de diversos comercios en estos días de adaptación al nuevo decreto ley, se deduce que en Ciudad Real se da un cumplimiento mayoritario de la normativa, al menos en lo referente al aspecto térmico.

Según figura en las disposiciones generales del Real Decreto-ley 14/2022, publicado en el número 184 del Boletín Oficial del Estado, de 2 de agosto de 2022, "la temperatura del aire en los recintos refrigerados no será inferior a 27 ºC" (Título 5, Capítulo 1, Artículo 29, Punto 1B). Y así lo mide un termómetro en el interior de una de las tiendas, cuya temperatura se ajusta a los parámetros marcados. "La norma es la norma", dice el encargado de una tienda de ropa, que asegura que "no hemos notado cambios a la hora de trabajar, ni tampoco en cuanto a la clientela".

Ciudad Real cumple las normas de límite de temperaturasCiudad Real cumple las normas de límite de temperaturas - Foto: Tomás Fernández de Moya

A efectos prácticos, la pauta dice que las tiendas de ropa no pueden graduar su temperatura por debajo de los 27 ºC. Los bares se rigen por otra, la de los 25 ºC. Uno de los más concurridos del centro de la capital se ciñe a este límite y el gerente, que también comenta que "se sigue trabajando y recibiendo gente con normalidad", tiene la mayor queja en el importe de la factura de la luz del último mes. Mientras, no dejan de entrar y salir clientes que ocupan indistintamente interiores y terraza.

Pero, al final, en el verano se busca el cobijo donde sea. Pasa con los centros comerciales, los cines, y también con los propios bares o comercios, donde en principio no se va a pasar mucho tiempo. Por eso no sorprende que alguna de las grandes tiendas mantenga una política de estirar lo posible el límite de la temperatura. Casualmente una de las firmas más populares recurre a esta táctica y, como no podía ser de otra manera, es la que tiene más completo el aforo. "Es en la que más fresco hace", dice un cliente, destacando la comodidad del entorno y la diferencia con otros espacios. Se trata ni más ni menos que de esas otras leyes que vienen de más lejos y que, frente a decretos y circunstancias, son menos proclives a todo tipo de vaivenes.