Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Los ciberataques

20/03/2023

Hoy en día estamos acostumbrándonos a escuchar hablar de las ciberamenazas ya que se está haciendo habitual la noticia a cada momento, pero muchos pensamos que son cosas ajenas a nosotros y que no nos afectan directamente. No es así.
Aunque ya es algo habitual escuchar en los diferentes medios de comunicación que una empresa ha sido víctima de un ciberataque o que otra ha perdido dinero como consecuencia de una ciberamenaza, aún seguimos pensando que estos incidentes nos son ajenos.
Muchos de nosotros pensamos, o preferimos pensar, que los ciberdelincuentes no van a perder el tiempo con nosotros, que nuestra información no es suficientemente importante y que los objetivos de sus ciberataques son únicamente las grandes empresas, cuya información es muy valiosa y su venta les dará grandes beneficios. Y estamos equivocados.
Cierto es, que quienes más están sufriendo este gravísimo problema son las empresas, y no solo las multinacionales como se pensaba, sino que entre ese 98% de las empresas atacadas hay muchas pequeñas y medianas. Este problema del mundo actual donde la inteligencia artificial está provocando beneficios y también perjuicios, si el uso es inadecuado, nos debe hacer reflexionar al usuario normal, al que guarda en su ordenador –disco duro- aquellos documentos o el mismo dinero ahorrado o invertido.
Por eso, desde la OSI (Organización de los Sistemas de Información) proponen seguir unas estrategias para evitarlo en lo posible y es aconsejable que podamos seguir sus consejos, tales como: usar un antivirus actualizado; instalar una solución antispyware; activar el firewall de nuestro sistema operativo; actualizar de forma periódica nuestros programas; ser precavidos a la hora de utilizar la conexión wifi y cuidar en esas ventas on line; utilizar contraseñas robustas y diferentes en cada servicio y tener cuidado con los archivos que descargamos y recibimos por correo. Así que, amigos, procuremos seguir estos consejos, y desde luego, «recemos para que no nos toque…»