La capital ha estrenado este verano un nuevo espacio destinado a atender a las personas sintecho y que ha servido de refugio este verano durante la única ola de calor, oficial, que hubo del 14 al 18 de julio, cuando se superaron los 40 grados. Se trata del primer espacio gestionado por el Ayuntamiento y que se sumará a los servicios de Cáritas y Cruz Roja cuando surjan fenómenos meteorológicos adversos. 

Se trata de un espacio que surge tras mucho tiempo de estudio, por parte de los técnicos de la Concejalía de Acción Social, que buscaban un entorno que se adaptara a las necesidades. Por este motivo se ha creado una sala que no estuviera alejada del centro, donde se ha realizado una pequeña obra, para que los usuarios puedan ducharse, y se han adquirido diez sofás que sirven también de cama. Son diez porque en Ciudad Real suele haber un máximo de diez personas sintecho. Además, hay una nevera y posiblemente un microondas en el futuro. «Llevamos mucho tiempo valorando distintas opciones con Cáritas y Cruz Roja y que se han debatido en la mesa del frío, que no deja de ser una mesa para preservar la salud de las personas sintecho», explicó Matilde Hinojosa, quien visitó las instalaciones con los trabajadores del área Mariano Carmona e Inmaculada Martínez. 

El espacio llega tras un cambio en los protocolos de atención a los sintecho, para que además de atenderles de forma especial cuando haya días de frío o nieve, también existan recursos específicos en días de calor extremo. Lo que se hacía era dejar en manos de las entidades esa atención, con el apoyo de un establecimiento hotelero, y este verano se decidió habilitar un espacio para proteger del calor, que es «tan peligroso como el frío para los que están en la calle», dijo Martínez. 

Acción Social abre su primer espacio para atender a sintecho - Foto: Rueda Villaverde

En esos cinco días de ola de calor de julio hubo 10 usos. Se trata de personas que han estado acompañados por una educadora y ha habido también un vigilante. Ha estado abierto de 13.30 a 19.30 horas y quienes han querido acudir han cumplido una serie de normas y han estado de forma voluntaria. «Han bebido agua, sobre todo», explicó Carmona, además de estar frescos con el aire acondicionado y tomar un bocadillo o darse una ducha. «Es un sitio en el que estar resguardados del calor», comentó Martínez. 

La idea es que en un futuro el espacio no sirva solo para los días con ola de calor, sino que se pueda extender, para lo que habrá conversaciones con las entidades que trabajan con los sintecho en la capital y también con los grupos políticos, mediante una nueva mesa, político-técnico, que surge tras aprobarse una moción en Pleno, y que se convocará en las próximas semanas. 

La edil recordó que una de las claves de esta sala es que haya una educadora presente, para que quienes acudan al espacio puedan conocer todas las opciones que hay para dejar la calle, un proceso también voluntario, ya que existen muchas casuísticas entre quienes viven en la calle, y que permite hacer un seguimiento. «Es importante que tengamos la connotación educativa en el trabajo con estas personas y, durante el día, hay recursos como Siloé, Jericó, cruz Roja o la atención que ofrecemos en el Larache, porque la idea es que se abandone la calle al final», una decisión que es personal de cada usuario.