La Asociación Ojos del Guadiana Vivos (AOGV) ha organizado una marcha reivindicativa desde los Ojos del Guadiana hasta el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel para denunciar «los 50 años de agonía» del espacio natural y pedir que tenga una segunda oportunidad, ampliando su extensión.

Bajo el lema '50 años agonizando. Nada que celebrar. Por un nuevo Parque', la marcha partirá el próximo sábado, 14 de enero, a las 10.00 horas, desde las inmediaciones de los Ojos del Guadiana, desde donde los participantes recorrerán unos 16 kilómetros, siguiendo el curso del Guadiana, hasta la entrada del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. A la llegada, que se prevé que sea entre las 13.00 horas y las 15.00 horas, se firmará un manifiesto que se está consensuando con las diferentes organizaciones conservacionistas que apoyan la marcha reivindicativa.

José Manuel Hernández, miembro de la Asociación Ojos del Guadiana Vivos, recuerda, en declaraciones a La Tribuna, que Las Tablas de Daimiel logró su declaración como parque nacional en el año 1973, y desde entonces, lamenta, «ha sido y sigue siendo un desastre, una estafa y una tomadura de pelo», por lo que su 50 aniversario «debe suponer una segunda oportunidad para hacer mejor las cosas». En este sentido, avanzó que se pedirá ampliar el parque a todas las tablas fluviales conocidas, como mínimo a todas las del Guadiana desde los Ojos hasta Alarcos y a la mayor parte de las del Gigüela, desde el Parque actual hasta las Tablillas del Záncara. También se pedirá que se cambie el nombre del espacio protegido y pase a llamarse Parque de las Tablas y los Ojos del Guadiana, porque según argumenta beneficiaría considerablemente a la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda.

«En estos cincuenta años se ha demostrado que esto no funciona y que la regeneración hídrica nunca se ha producido, ya que a pesar de que a día de hoy Las Tablas tienen agua no es de manera natural, ya que los ríos como el Guadiana y el Cigüela están secos. Están desaparecidos, y eso es muy grave», argumenta al tiempo que señala que este parque está considerado como un «pantanito» que se recarga de manera artificial. Y eso, «no es un ecosistema privilegiado de lo que debería ser un parque nacional como Las Tablas», sentencia.

Una marcha reivindicativa que no es la primera vez que se celebra y a la que ya han confirmado su asistencia, a fecha de ayer, entre cincuenta y cien personas.