Pablo Real Alonso, premio extraordinario de FP

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Ha sido uno de los 21 alumnos de Formación Profesional reconocidos este año con el Premio Extraordinario de Formación Profesional que cada año convoca la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha

Pablo Real Alonso, premio extraordinario de FP - Foto: ENTREMEDIOS by Paco Acero

El rabanero Pablo Real Alonso ha sido uno de los 21 alumnos de Formación Profesional reconocidos este año con el Premio Extraordinario de Formación Profesional que cada año convoca la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha.

Una noticia que está siendo gratamente celebrada en Argamasilla de Calatrava, cuya concejala de Educación pone de relieve "esta nueva muestra de vecinos y vecinas de nuestra localidad que demuestran como la constancia y la lucha tiene recompensa".

Ana Belén Sáez, en nombre de toda la Corporación, felicita a Pablo por el logro y recuerda que "al final, el esfuerzo en todos los campos de la vida, en este caso el educativo, tiene una recompensa que se traduce en un mejor futuro y, de paso, premios como éste".

Precisamente, este reconocimiento enlaza como acción motivadora a otros a través de los mejores estudiantes de cada una de las respectivas familias de FP, que en el caso del joven rabanero ha correspondido a la de 'Programación de la producción'.

Una disciplina por la que apostó cuando ya estaba trabajando, en la provincia de Toledo, pero sus aspiraciones eran poder tener un puesto laboral mucho más cerca de casa y por eso apostó fuerte, compatibilizando sus obligaciones contractuales con los estudios.

Trayectoria de éxito para alcanzar el anhelado grado superior que completaría en el Centro Integrado de Formación Profesional 'Virgen de Gracia' de Puertollano, tras haberlo iniciado en Illescas, compaginando el turno de noche de su trabajo en Casarrubios del Monte con los estudios.

Así se mantuvo durante el primer año del curso, pero la irrupción de la pandemia motivó una reducción de personal en la empresa, despidiendo pese a su condición de fijos a los más jóvenes en plantilla, como era el caso propio de Pablo.

Y en ese mal que por bien no venga, según el dicho, el duro primer año de atender ambas cuestiones le dio pie a centrarse en los estudios en casa y, así, poder recabar la máxima nota posible, en principio solo como aval para tener mejores oportunidades laborales.

En su caso, un 8,81 que, justo tras cosecharla, fue contratado en una empresa de Manzanares durante seis meses, periodo al que siguió su acceso el curso de operador de planta química de Repsol, cuya fase de contenido teórico está ahora a punto de concluir.

Curso que supone superar no pocas y muy exigentes pruebas, entre alrededor de otras 700 personas candidatas, siendo una de las 42 que lo alcanzaron, como él dice, gracias previamente a haber logrado el grado superior que le ha sido reconocido ahora.

Por tanto, a sus 29 años, Pablo tiene una larga trayectoria tanto en las aulas, donde ya en 2012 obtenía el grado medio de la rama profesional por la que ahora ha sido reconocido y que hace una década le permitió iniciar su carrera laboral, en Albacete

Su condición de considerarse una persona familiar y esas aspiraciones para lograr sus posibilidades de hacer su vida lo más cerca de su Argamasilla de Calatrava, hacen de Pablo un ejemplo de madurez y esfuerzo que tanto se aplaude desde el Consistorio rabanero.