La alta incidencia impacta en la gestión «difícil» de aulas

LT / H.L.M. / Ciudad Real
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La tasa entre los menores de 10 años empieza a bajar tras tocar techo la pasada semana: 5.400 contagios por 100.000 habitantes, la más alta de toda la pandemia en todas las edades

La alta incidencia impacta en la gestión «difícil» de aulas - Foto: Tomás Fernández de Moya

La comunidad educativa encara el primer mes desde la vuelta al cole al que llegará con un centenar de profesores de una plantilla de casi 8.000 docentes dados de baja por contagios por coronavirus y el 1,6 por ciento de las aulas confinadas, al haber superado en cinco los positivos entre los alumnos.

Desde el sindicato ANPE, su reelegida presidenta provincial Mónica Sánchez de la Nieta, explica en declaraciones a La Tribuna que el regreso tras el parón invernal ha sido «difícil» en el contexto de la sexta ola de contagios, con unas cifras de contagios «imposibles de creer y en el que no sabías lo que te ibas a encontrar cada día en las aulas». Para Sánchez de la Nieta, eso se tradujo en complicaciones para los equipos directivos, a la hora de plantear las sustituciones de los docentes y la atención del alumnado, «mucha burocracia y mucho trabajo de los coordinadores COVID, a los que las modificaciones del protocolo han vuelto locos, como a padres, profesores y equipos directivos». Para la responsable provincial, ómicron ha «complicado» este mes, pese al esfuerzo realizado también por parte de la administración regional. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sacaba pecho la pasada semana del esfuerzo inversor realizado por la administración autonómica en la lucha contra la pandemia en las aulas: más de 300 millones gastados en dos años de pandemia que, además, golpea, ahora, a los menores más que a ningún otro grupo de edad.

Hasta la semana pasada, los menores de nueve años de la provincia eran los más castigados por los nuevos contagios: una de cada cinco infecciones notificadas se registra entre el grupo de edad más joven y su incidencia a 14 días duplica la de la media provincia. Si en Ciudad Real rondaba los 2.500 puntos este último jueves, la de los menores de diez años estaba en los 5.300. De hecho, han sido los últimos en iniciar el descenso de la incidencia, que, por ejemplo, entre los veinteañeros comenzaba apenas pasada la celebración de Reyes y que entre los menores de diez años no ha comenzado a dejarse ver hasta este pasado día 25, casi tres semanas después y tras marcar el dato más alto de todas las edades durante toda la pandemia:5.428 contagios por 100.000 habitantes el 24 de enero. 

Un aumento de casos que ha provocado también un aumento de los ingresos hospitalarios, especialmente entre aquellos que no se han vacunado porque, directamente, aún no tienen la posibilidad de hacerlo o han empezado ahora con su inmunización. Enero se aproxima a su recta final con un récord de ingreso de menores de diez años en los hospitales de la provincia: hasta 19 niños y niñas han requerido atención en cama convencional por COVID-19 o con coronavirus: si se suma a los 11 ingresos registrados de diciembre, en dos meses han pasado por planta tantos niños y niñas como en el año anterior.

Sin embargo, la situación no se puede calificar de alarmante. Desde el inicio de la pandemia se han dado unos 8.700 casos de COVID-19 entre los más jóvenes de la provincia y solo tres han entrado en la UCI por este virus, los dos últimos, en septiembre de 2020. Además, el de los menores de diez años es el único grupo de edad en el que no hay que lamentar, por fortuna, ningún fallecimiento por culpa del coronavirus.