Isidre Pérez, técnico del Alarcos, no podía estar m´ças satisfecho tras la victoria de su equipo (27-26) ante el Alicante en la primera eliminatoria de la Copa del Rey, lo que deparará un duelo ante un conjunto de Liga Asobal en la siguiente ronda.

Un triunfo que tuvo una dedicatoria especial, Martxel Agorreta, pivote del equipo y que en las horas previas al encuentro conocía el fallecimiento de su padre.

"Teníamos muchas bajas y apenas había rotaciones. Todos los jugadores se dejaron la piel hasta el último aliento y supimos competir en momentos complicados ante una de las mejores plantillas de nuestra categoría. No le perdimos la cara al choque en los últimos minutos, que es lo que nos había pasado en los dos partidos anteriores y a partir de ahí todos aportaron su granito de arena. Ante todo fuimos un grupo humano, un equipo. Este conjunto sin presión es capaz de cualquier cosa".

Para el alicantino, esta vez su equipo supo mantener la concentración durante los 60 minutos, "con ataques largos, paciencia y sin perder balones. La portería también estuvo muy bien y toda esa suma nos dio esa tremenda alegría".

Pérez anunció que la plantilla se había conjurado para dedicar esta victoria a su compañero Martxel en unos momentos tan complicados para él, "es lo mínimo que podíamos hacer por él", recordó, y aun siendo prioridad la Liga, el preparador alarquista recuerda que su equipo "compite todos los partidos para ganar. Yo juego y compito para ganar. Nos salieron las cosas y estamos muy felices de ver así a todo el mundo tan contentos".