En Castilla-La Mancha no ha habido nuevos focos de viruela ovina, "desde que inmovilizamos el ganado ovino y caprino, ningún foco nuevo", ha confirmado la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández. De hecho, ha considerado que si la situación se mantiene así, esta inmovilización podría levantarse antes de lo previsto, aunque no ha podido ofrecer una fecha concreta. 

Fernández ha informado del envío de más de 50 muestras a un laboratorio de Madrid, resultando todas ellas negativas a la viruela ovina, por lo que el último positivo registrado corresponde a una explotación de Alcázar de San Juan. "Estamos moderadamente satisfechos", decía, aunque "sin echar las campanas al vuelo". Decía entender que la inmovilización de la cabaña ganadera "es una decisión muy difícil" que genera pérdidas, aunque considera que las perdidas pueden ser mucho mayores si se extendiera la enfermedad, por lo que es "la mejor de las decisiones". 

Avanzaba que "si las cosas van bien", se podrá levantar la inmovilización antes de lo previsto. Explica la consejera que hasta el momento el Gobierno regional ha pagado 4 millones de euros en indemnizaciones a los ganaderos, se está pagando 100 euros por animal, que es "el precio que establece un Real Decreto", y 110 euros en caso de oveja manchega. Avanzaba también que desde el Ejecutivo "estamos estudiando "poner en marcha ayudas para la reposición", para que las explotaciones que hayan visto mermada su ganadería, tendrá a su disposición ayudas para la reposición. "El compromiso (por parte del gobierno regional) no puede ser más inequívoco", decía Fernández.