Víctor Arribas

VERDADES ARRIESGADAS

Víctor Arribas

Periodista


El secreto de la Villa

18/04/2021

Madrid suele entrar en ebullición cuando hay una cita electoral cerca. Ni siquiera la limitación de aforos en los restaurantes y los espacios públicos ha podido evitar esta primavera que los rumores políticos sobre el futuro de la Comunidad se disparen. Estos días corre por los mentideros de la Villa una especie que, de ser cierta, daría explicación a la gran incógnita que descoloca al país desde hace algunas semanas: por qué Pablo Iglesias ha dimitido como vicepresidente para encabezar una candidatura perdedora en unas elecciones regionales. Por qué ha renunciado a todo el poder que otorga la vicepresidencia del país, una de las más altas magistraturas del Estado, para intentar evitar que su partido quede fuera de una asamblea territorial. El comentario que se ha extendido como la pólvora atribuye a Pedro Sánchez y al líder de Podemos un acuerdo secreto, un arreglo oculto e interesado, según el cual Iglesias ha dejado el gobierno para, en caso de lograr mayoría los partidos de izquierdas, convertirse en presidente de Madrid gracias a la renuncia del candidato socialista Ángel Gabilondo, que aceptaría el cargo de Defensor del Pueblo para el que ya sonó su nombre no hace mucho. De ser así, el mas que previsible partido menos votado en el parlamento madrileño acabaría liderando el gobierno, el jefe del gobierno se habría quitado de encima el lastre de su enemigo íntimo, y el profesor universitario alcanzaría un honroso retiro dejando las rencillas diarias de la vida pública. Win-win-win. Salvo que Ayuso logre la absoluta sola o en compañía de otros...

Todo esto explicaría una dimisión oscura como ésta, insuficientemente explicada, y por qué el presidente Sánchez está implicándose tanto en la campaña como si fuera él mismo el candidato de la izquierda, o mejor dicho, el candidato anti-Ayuso. Una implicación que ha desdibujado al verdadero cabeza de lista, al que le han arruinado su campaña con el anuncio de subida de impuestos para Madrid. Una obsesión que le ha llevado a utilizar de forma partidista todos los medios institucionales a su alcance, del avión oficial donde acusó al gobierno madrileño de falsificar los datos del Covid, hasta la tribuna del Congreso, pasando por el CIS o la sala de prensa de la Moncloa.

Todo esto ha crispado a Gabilondo, que ha sido siempre un señor fiable y riguroso en su proceder. Es conocido en Madrid y en la política nacional porque nunca se ha dejado llevar por maniqueísmos ni batallitas. Pero lleva unas semanas presa de una crispación inesperada, buscando más el voto radical que hay a su izquierda en Más Madrid y Podemos que el más centrista de Ciudadanos. Y vaciado por la constante intervención de sus mensajes desde la presidencia.