Robos y malos tratos copan las guardias del Turno de Oficio

Pilar Muñoz
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Los letrados conmemoran hoy el Día de la Justicia Gratuita con una protesta ante la Subdelegación del Gobierno de Ciudad Real por los impagos en las retribuciones

Robos y malos tratos copan las guardias del Turno de Oficio - Foto: Rueda Villaverde

Robos con fuerza, violencia de género, quebrantamientos de condena, de orden de alejamiento y conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas son los casos más frecuentes en las guardias del Turno de Oficio en conflicto con el Ministerio de Justicia por la reiterada demora en el pago de las exiguas retribuciones que reciben por la asistencia jurídica a las personas que no tienen recursos económicos.

 Ayer estaba de guardia el letrado Sergio Moreno que por la mañana fue requerido para que prestara asistencia gratuita a detenidos por robos con fuerza, quebrantamiento de condena, incumplir órdenes de alejamiento por violencia de género y resistencia a agentes de la autoridad. Sergio Moreno y Fátima Díaz estaban de guardia en el extenso partido judicial de Ciudad Real con pueblos muy alejados de la capital. La guardia es de 24 horas y comienza a las doce de la noche, aunque suele prolongarse porque tras la asistencia al detenido o víctima en la Comisaría de la Policía Nacional o cuartel de la Guardia Civil vienen los juicios rápidos.

 Acuden a cualquier punto del partido judicial, a cualquier hora del día o de la noche. Así lo establece la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, remarcan los letrados.

Robos y malos tratos copan las guardias del Turno de OficioRobos y malos tratos copan las guardias del Turno de Oficio - Foto: Rueda Villaverde«Estamos por la vocación que llevamos dentro» y compromiso moral con la sociedad, declaran abogados y abogadas del Turno de Oficio como Sergio Moreno o Angélica Patilla que hoy estarán junto a sus compañeros delante de la Subdelegación del Gobierno en protesta por los impagos en que viene incurriendo de forma sistemática el Ministerio de Justicia y exigir que se dignifique este servicio que se presta a las personas más vulnerables que no pueden defenderse en los tribunales al carecer de recursos económicos. La abogacía conmemora hoy el Día de la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio inmersa en una enredada situación política, económica y social con más personas beneficiarias de esta justicia.

Sin distinción. Se habla de abogados de pago y gratuitos y «no hay distinción alguna. En mi despacho todas las carpetas son del mismo color, no hay diferencia en la asistencia jurídica que se presta, incluso a veces es mejor la que hacemos por el Turno», asegura Angélica Patilla. Las cantidades que reciben son exiguas. «Te llaman para una asistencia en El Robledo, coges tu coche, pones gasolina y marchas para asistir jurídicamente a un detenido o una víctima y ese dinero sale de tu bolsillo, como también otros gastos de despacho», asevera.

Están «muy cansados» de que la gente cuestione el trabajo de los abogados del Turno Oficio por el mero hecho de ser Justicia Gratuita, que no cobren minuta.

A su juicio, el Ministerio de Justicia tampoco considera el trabajo que realizan a juzgar por su proceder a la hora del pago de retribuciones. Aparte de cobrar poco, hay retrasos en los pagos. Acaban de abonarles el servicio prestado el pasado abril cuando se supone que se iban a pagar a mes vencido.

dos ejemplos. Eran las 11.55 horas, estaba a punto de terminar la guardia en el Turno de Oficio y en todo el día había sonado el teléfono, hasta ese momento. Era la Guardia Civil de Miguelturra. Habían detenido a un hombre por un presunto delito de violencia de género y llamaron al teléfono del letrado de guardia, en esta ocasión la abogada Angélica Patilla. A las 12.30 estaba prestando asistencia al detenido, una hora después se marchaba del cuartel y a las diez de la mañana ya estaba en el Juzgado número 5 de Ciudad Real para juicio. La letrada abandonaba el Juzgado a las cuatro de la tarde tras concluir el procedimiento judicial con sentencia.

En otra ocasión prestó asistencia jurídica a una víctima de la violencia de género. «Te llaman de Comisaría y ahí empieza la asistencia a la víctima con la interposición de la denuncia», indica  la letrada, quien añade que les da mucha vergüenza contar lo que le han hecho y cuesta hacerles ver que ellas son las víctimas. Su último caso en el Turno de Guardia fue el de una mujer y sus dos hijos, uno menor, que convivieron en pandemia dentro del dormitorio por miedo al padre.

Cuando las víctimas son mayores les cuesta contar lo ocurrido por vergüenza. Ante el juez, muchas no dicen ni la mitad de lo relatado al abogado. Sergio Moreno da fe de ello. Sus últimas guardias también han sido largas, con muchos casos de violencia machista.