La junta militar birmana acepta el alto el fuego de cuatro meses

Europa Press
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El Ejército aclara que admite la propuesta de la ASEAN para "asegurar la protección y la seguridad de los trabajadores humanitarios" que podrán acceder al país para ofrecer ayuda

El jefe del Ejército de Birmania, Min Aung Hlaing - Foto: U AUNG / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO Archivo

La junta militar de Birmania ha aceptado un alto el fuego de cuatro meses propuesto por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), según ha informado el enviado especial de la organización, Erywan Yusof, lo que permitiría la entrada de la primera ayuda humanitaria desde que los militares tomaron el poder mediante un golpe de Estado el 1 de febrero.

En una entrevista con la agencia de noticias Kiodo, Yusof -ministro de Exteriores de Brunéi- ha explicado que durante una videoconferencia con el encargado de Exteriores designado por la junta, Wunna Maung Lwin, el pasado jueves solicitó este alto el fuego hasta finales de año para permitir la entrada de ayuda.

Tras la reunión, los militares han aceptado el alto el fuego, que no se trata, no obstante, de "un alto el fuego político, sino un alto el fuego para asegurar la protección y la seguridad de los trabajadores humanitarios", ha detallado Yusof.

Además de plantear la propuesta a los militares, el enviado especial de la ASEAN también ha hecho llegar la iniciativa a los partidos que se oponen al régimen, ya que están "comprometidos y enviando señales a todas las partes interesadas en Birmania para detener cualquier acto violento y ejercer la máxima moderación".

El primer lote de ayuda humanitaria que podrá llegar al país desde e golpe estará formado por equipos médicos para hacer frente a la crisis sanitaria que enfrenta el país asiático por la pandemia de COVID-19, como equipos de protección o compresores de oxígeno. Por otro lado Yusof ha explicado que la ayuda destinada a las zonas fronterizas podrá ser enviada por tierra a través de Tailandia.

El Ejército de Birmania asumió el 1 de febrero el poder del país y declaró el estado de emergencia durante un año tras detener a los principales dirigentes, incluida la entonces líder de facto de Birmania Aung San Suu Kyi, con quien Yusof ya se ha reunido.

El golpe se produjo tras tensiones a raíz de las elecciones generales de noviembre, en las que tanto la oposición como el Ejército denunciaron posibles irregularidades, aunque sin presentar pruebas.