Otro San Antón sin caridades ni bendición a animales

M. E.
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La celebración de la festividad se limitará a los oficios religiosos a causa de la nueva ola de contagios, cancelándose todas las actividades que conlleven aglomeración de personas

La tradicional bendición de las mascotas por San Antón será suprimida por segundo año. - Foto: L.T

Por segundo año consecutivo, la Hermandad de San Antonio Abad de Ciudad Real prescindirá de la elaboración y venta de sus tradicionales caridades, así como de la hoguera que se solía realizar en la plaza de Santiago en la víspera de la festividad de San Antón, el 17 de enero. También se suprime otro de los momentos con más calado social de esta fecha, la bendición de los animales. Así lo confirmó a La Tribuna el presidente de la hermandad, Ángel Patiño, que lamenta con resignación que la actual situación sanitaria siga haciendo poco recomendable la aglomeración de personas: «Es por una causa de fuerza mayor y por responsabilidad».
De este modo, y como ya sucedió el año pasado, la celebración de la festividad de San Antón se limitará a las dos funciones religiosas que acogerá la iglesia de Santiago, las solemnes vísperas el día 16 (19 horas) y la misa del día 17 (19.30 horas). «Es una pena porque eran dos jornadas muy especiales para todos, con la hoguera y el reparto de torreznos y caldo por los Pandorgos, y el día después con el desfile y la bendición de los animales; esto depende de los párrocos , que están temerosos por esta nueva ola de la pandemia. El alto riesgo de contagio obliga a cancelar cualquier tipo de actividad de cara al público, para evitar aglomeraciones, por lo que lo más prudente es esperar al año que viene a que se normalice todo», explicaba Patiño.


Buscando nuevo obrador

Además de por la complicada situación sanitaria, la Hermandad de San Antonio Abad no elaborará sus tradicionales caridades de San Antón por la ausencia de un lugar apropiado donde cocinarlas. La jubilación del repostero Senén Buitrago y la venta de sus instalaciones en Carrión de Calatrava, que cedía a la hermandad todos los años, ha dejado al colectivo sin su tradicional lugar para la elaboración de sus típicos dulces. Ya se ha hablado con panaderías y pastelerías, aunque el problema radica en que la hermandad pone como condición que sean los propios hermanos los que confeccionen sus caridades, para no desvelar el celoso secreto de una receta centenaria, mientras que estos establecimientos, principalmente las pastelerías, sí se prestarían a cocinar las caridades de San Antón, pero con su propio personal, al que la hermandad debería ceder su preciada  receta. Al menos, este año sí han podido elaborar un pequeño número de ellas, aunque sólo para degustación propia.