«En este mundo descubres que hay artesanos muy buenos»

D. A. F.
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El sótano de la vivienda de Anabel de Toro se transforma de octubre a enero para dar cabida a un magnífico belén navideño

Anabel de Toro muestra el belén que ha construido en su casa y que es una visita obligada en Miguelturra - Foto: Rueda Villaverde

Anabel de Toro, de Miguelturra, recuerda que siempre hubo un belén en casa de sus padres, pero cuando se casó con Gaspar Díaz, allá por 2007, fue cuando se plantearon construir uno que fuera una expresión del sentimiento de ambos por la Navidad. Este año, su construcción está llena de detalles y perspectivas que dan sensación de lejanía, aunque la profundidad real del espacio en el que se desenvuelve toda la composición no va más allá de un par de metros. Las figuras artesanales tienen diferentes escalas cuidadosamente estudiadas para dar mayor amplitud a su propuesta. De esta forma, su casa se ha convertido en uno de los puntos de parada obligada para los vecinos de la localidad interesados por el belenismo durante las fiestas. Desde el comienzo de su afición, que conjuga la construcción de paisajes en miniatura con el coleccionismo de piezas originales «hemos intentando hacer diseños diferentes y ampliar nuestro patrimonio de figuras», precisa.

De Toro admite que su conocimiento se ha ido ampliando con el tiempo, en principio, su belén se formaba «con figuras de escayola que pintaba yo, pero cuando empiezas a descubrir este mundo ves que hay artesanos muy buenos». De este modo, la mayoría de su adquisiciones como belenistas se han centrado en piezas del admirado José Luis Mayo Lebrija, al que considera «uno de los mejores artesanos».

Al mismo tiempo, el matrimonio procura incorporar cada año alguna figura nueva. Este 2022, ese estreno es un camellero que lleva sobre su animal a una mujer y que se ha situado en un lugar destacado, en primer plano y cerca del espacio más simbólico de la composición, el portal de Belén.

«En este mundo descubres que hay artesanos muy buenos»«En este mundo descubres que hay artesanos muy buenos» - Foto: Rueda VillaverdeOtra figura de estreno «es un regalo personal de Manuel Casas», vicepresidente de la Asociación de Belenistas de Ciudad Real, y otro componedor de belenes de referencia para los vecinos de Miguelturra.

Las visitas. Durante estos días la casa de Anabel y Gaspar es punto de encuentro de personas que se interesan por su trabajo. «En principio la gente tampoco conocía nuestra afición, pero poco a poco se ha ido enterando». De esta forma, hace unos días recibieron la visita de los niños que participan en la catequesis, la misma De Toro es una de las catequistas, y también han acudido representaciones de centros escolares «y vienen todos los años los mayores del Centro de Día», apunta la belenista. También son habituales las visitas desde las residencias de la tercera edad de la localidad y el pasado fin de semana acudieron varios miembros de su Hermandad. «Es muy bonito que la gente venga», sentencia.

Los comentarios de los visitantes se centran en la impresión que les causa su trabajo, su sorpresa ante la composición, pero también acuden otras personas que comparten con los dueños de la casa la pasión por la construcción de belenes, en este caso sus aportaciones suelen ser ya más técnicas en aras de mejorar el aspecto final de la composición.

El montaje del belén se realiza «por las noches, cuando acabamos nuestras obligaciones como padres, y los fines de semana; buscamos tener un ratito y bajarnos al sótano a trabajar». En cuanto a la atención a quienes desean visitar el belén detalla que su trabajo es de horario matinal, por lo que las tardes las tiene disponibles, aunque compartidas con otras actividades que realiza.

En cuanto al tiempo necesario para realizar el montaje, De Toro precisa: «Este año hemos empezado a mediados de octubre, porque participamos en otras actividades y otros montajes y necesitamos tiempo». La tarea se va realizando «a ratitos», de modo que la belenista no es capaz de hacer un cálculo de horas de trabajo que acumulan hasta dar por finalizado el montaje, que en su caso se dio por rematado el último día de noviembre. «Intentamos que para el día de la Inmaculada (8 de diciembre) este terminado», aclara.

Otros belenes de estas fiestas en los que el matrimonio Díaz de Toro ha puesto su mano han sido los de los ayuntamientos de Ciudad Real y Miguelturra, y también son parte del belén viviente que se organiza en su localidad de residencia.