España es el país del aceite de oliva por excelencia y, aunque Andalucía es la región que lleva casi toda la fama, Castilla-La Mancha cuenta con un magnífico repertorio de zumos de aceituna. Por toda la geografía nacional se distribuyen 32 denominaciones de origen que amparan a los productores y esta comunidad autónoma cuenta con cuatro de ellas que además están muy bien representadas en el market place de Campo y Alma. Campo de Calatrava, en el centro de la provincia de Ciudad Real, elabora unos aceites que son el resultado de un ensamblaje original y exclusivo de las variedades cornicabra y picual, presentes tradicionalmente en esta comarca. Estas mismas variedades de oliva, junto con picual y manzanilla, son las que dan sabor a los aceites de la denominación Campo de Montiel, con casi 50.000 hectáreas de olivar al sur de la misma provincia. En Guadalajara y Cuenca encontramos el aceite de La Alcarria, que se elabora casi exclusivamente con la variedad castellana, autóctona de la zona y casi imposible de encontrar fuera de ella. De Toledo y Ciudad Real salen los aceites de la marca Montes de Toledo, que emplea la variedad cornicabra, originaria de esas tierras Diferentes variedades, diferentes paisajes y diferentes sabores, pero todos ellos tienen algo en común: calidad con origen castellanomanchego que puede adquirirse en la web market.campoyalma.com.