La Navidad es la fecha por excelencia para consumir cordero manchego, un producto que busca aumentar su presencia en las mesas de los ciudadrealeños de cara a estas fiestas. Así lo afirma a este diario el presidente de la IGP Cordero Manchego, Pedro José Durán, quien explica que hace tan sólo unas semanas había «incertidumbre» en relación a la comercialización, si bien tras el puente de la Inmaculada se comenzó a animar y en estos días se ha activando y se espera «un repunte» en relación al año pasado tras el fin de las restricciones.

Durán confía en que sean muchos los vecinos que opten por llevar a la mesa de esta Nochebuena y Navidad este producto tan representativo de la tierra, el cual además registra un precio de origen «que se ha mantenido o es ligeramente inferior» a pesar del aumento de la inflación y en comparación con otras carnes. El precio al que se pagaba el año pasado a los ganaderos el lechazo de hasta 11 kilos era de unos 6,40 euros el kilo, mientras que este año está entre los 6,18 y 6,24 euros. «Es un precio digno», reconoció el presidente de la IGP, aunque «sin tener en cuenta la subida de los costes de producción». En este sentido, comentó que el cereal está «al doble que el año pasado» y es sólo una parte de los costes a los que tienen que hacer frente. Por eso esperan que «los márgenes no suban mucho» en la cadena de alimentación y que no hagan que el consumidor se retraiga a la hora de comprarlo en los supermercados.

Además informó que este año será el primero con el que el cordero lechal cuenta con la catalogación de la protección de la IGP y confía en que su comercialización dé buenos resultados. Del mismo modo, destaca el gran peso que tiene la exportación para dar salida a este producto. De hecho, «el 70 por ciento del cordero manchego se exporta y lo hace principalmente a los países del arco mediterráneo: Francia, Italia y Grecia, aunque también tienen protagonismo los países árabes».

«Dependemos casi en exclusiva de la exportación», dijo Durán poniendo el acento en el bajo nivel de consumo interno de cordero: «Irrisorio», unos 70 millones de kilos de los 2.000 millones que se producen en España.

No obstante, afirmó que el «gran problema del sector» es la falta de relevo generacional. «En unos años veremos las explotaciones en vídeo o sólo grandes explotaciones», vaticinó el presidente de la IGP reconociendo que ahora «no hay nadie que se quede» con las ganaderías familiares. «Saben que tienen que trabajar los 365 días. Si se casa tu hijo, tienes que trabajar; y si se muere tu padre, tienes que trabajar», comentó a modo de ejemplo.

Por esta razón, indicó que los propios ganaderos no quieren que sus hijos tengan un trabajo «esclavo» y les alientan a buscar otro futuro.