La Universidad Popular (UP) de Manzanares celebra sus 30 años de andadura.
Así es, y parece que fue ayer. Empezamos en octubre de 1989 sacando la plaza de director y tres meses más tarde, el 1 de enero de 1990, se empezó con los cursos. Ese curso en vez de ocho meses fue de cuatro hasta que se equipó todo el centro. Pero anteriormente, allá por el año 1995, ya estuvimos viendo las posibilidades de hacer una Universidad Popular en Manzanares y finalmente se hizo efectivo en 1989.
¿Ha cambiado mucho la Universidad Popular en estas tres décadas?
Ha cambiado bastante, pero el espíritu de proyecto vivo y activo es el mismo, es decir, ser un centro de animación sociocultural y educativo dirigido a la población de Manzanares. Quizás antes estaba algo más restringido a las personas adultas pero con el paso del tiempo se ha ido abriendo a jóvenes y niños. Ahora mismo contamos con usuarios de edades comprendidas desde los tres años hasta casi los 90 años con usuarios incluso en informática para mayores. Sí ha cambiado, y así lo reflejan las cifras, pues cuando comenzó la Universidad Popular lo hizo con 211 alumnos en el primer curso y 13 talleres y ahora contamos con más de 260 cursos y más de 2.000 matrículas. Está claro que cuantitativamente ha cambiado pero también cualitativamente, pues antes lo que se ofertaba era mucho más general y ahora es algo más específico, ya que cada departamento conlleva unas determinadas especialidades. Así por ejemplo, en el área de idiomas contamos con inglés, francés, alemán e incluso hemos tenido chino y lenguaje de signos.
Y con todo esto encima de la mesa, ¿qué es lo que le hace falta a la Universidad Popular?
Pues seguramente que le falten cosas, pero todo está en las peticiones que nos vaya haciendo la sociedad de Manzanares. Por decir que nos falta algo diría que espacio, pues cada vez hay más gente y los espacios son los que hay. En estos momentos estamos ocupando tres edificios bastante grandes y emblemáticos de la localidad como es la Casa de Cultura, el centro cultural Ciega de Manzanares y la sala de ensayos, que es enorme.
Pero el Ayuntamiento contempla una ampliación.
Así es, y el equipo de Gobierno se ha comprometido en esta legislatura a ampliar la escuela de música, que también depende de la Universidad Popular, en esta legislatura. De tal forma que se tendrá una parte nueva en el edificio de la antigua guardería, en la plaza de Miguel Ángel Blanco, y que se restaurará y rehabilitará para albergar parte de la escuela de música con el objetivo de extendernos un poco más y conseguir un poco más de espacio. Un edificio que se podrá incluso comunicar con la sala de ensayos. Casi con total seguridad se puede decir que para el curso que viene ya contemos con este nuevo lugar.
Y todo por ese aumento de alumnos que se registra cada año. ¿Dónde cree que radica el éxito?
Pues creo que radica en el equipo de personas que hay. Un equipo muy bueno y que hace un trabajo magnífico, aunque también radica en que instituciones como el propio Ayuntamiento y la Diputación de Ciudad Real creen bastante en el proyecto. El Consistorio siempre ha estado muy implicado y con muchas ganas de que la Universidad Popular salga adelante, y fiel reflejo de ello es que la UP tiene un presupuesto y una concejalía exclusivamente para ella, y eso significa que los actuales dirigentes creen y apuestan por el proyecto. Pero además de los profesores y de los políticos tenemos a los vecinos, quienes sienten a la Universidad como algo suyo. Manzanares sin Universidad Popular no sería lo mismo. Nadie entendería que no hubiera UP en la localidad.
¿También puede deberse a la reducción de precios?
Pues posiblemente porque los precios son muy populares y están muy al alcance de cualquier persona. Nadie puede decir que no se puede apuntar por el tema económico, ya que son precios muy asequibles y existen una serie de becas y ayudas con descuentos de hasta un cien por cien. La Corporación actual está haciendo también un esfuerzo en este tema y espero que lo siga haciendo, aunque entiendo que no es fácil.
Lleva como director desde que se fundó hace ahora 30 años la universidad. ¿Cuál ha sido ese reto o proyecto que mayor satisfacción le ha producido?
Para mí la Universidad Popular es mi vida profesional, aquí vine y aquí terminaré mi vida laboral. Pero no sé qué contestar a esta pregunta porque nunca me lo he planteado, aunque sí puedo decir que estoy satisfecho porque lo que quería para el pueblo de Manzanares es que hubiera participación, y creo que en ese aspecto se ha conseguido. A la gente hay que darle lo que le gusta, y en ese aspecto la localidad ha dado una respuesta enorme hacia la UP, donde los vecinos se sienten parte de ella. Y esa ha sido mi mayor satisfacción; que la población haya encontrado en la universidad un espacio de ocio, participación, formación y socialización.
¿Cuáles son los próximos proyectos que verán la luz?
Esto es un proyecto vivo y no podemos estancarnos, hay que ir viendo las necesidades del día a día de la población, pero ahora en lo que más se está trabajando es en la celebración del 30 aniversario con la organización y puesta en marcha de muchas actividades relacionadas con esta efeméride, desde la realización del logotipo con la imagen corporativa hasta diversos viajes y exposiciones. Aunque se realizarán también diversos concursos y se estrenará la obra de teatro 1854, año del Manifiesto de Manzanares, y que está escrita con mucha ilusión no solo por la importancia de lo que significa este documento, que fue redactado por Antonio Cánovas del Castillo y firmado por el general Leopoldo O’Donnell en Manzanares, sino también por la importancia que tiene que los vecinos conozcan la historia del pueblo. Además se está trabajando para que el Día del Participante de las universidades populares se celebre el próximo mes de mayo en la localidad.