Una veintena de proyectos sigue en busca de una vacuna española

EFE
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Los estudios que desarrollan en los laboratorios del CSIC los virólogos Luis Enjuanes, Vicente Larraga y Mariano Esteban son los más avanzados, junto a los de la empresa catalana Hipra

Desde el inicio de la pandemia, las farmacéuticas de todo el mundo se han volcado en cómo poder frenar al virus. - Foto: BERNADETT SZABO

Más de tres millones de personas han recibido en España ya la pauta completa de algunas de las vacunas contra la COVID-19 autorizadas, pero una veintena de proyectos sobreviven y avanzan todavía en centros de investigación nacionales en busca de una profilaxis eficaz y segura contra el coronavirus.

La ciencia y la innovación españolas se sumaron a los cientos de proyectos que se pusieron en marcha hace ya más de un año para paliar la emergencia sanitaria creada por el SARS-CoV-2 y todavía hoy continúan «vivas» muchas líneas de investigación. Los expertos coinciden en que todas las que demuestren eficacia y seguridad serán útiles durante los próximos meses y años para complementar las estrategias de vacunación.

Entre los más avanzados están los tres proyectos que se desarrollan en laboratorios del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dirigidos por los virólogos Luis Enjuanes (en el Centro Nacional de Biotecnología), Vicente Larraga (en el laboratorio de Parasitología Molecular del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas) y Mariano Esteban (con el grupo de Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología).

Mariano Esteban trata junto a un reducido equipo de investigadores de generar vectores virales basados en una modificación del virus usado en la erradicación de la viruela; pero al no usar el virus SARS-CoV-2 completo, los investigadores pueden trabajar en condiciones de menor nivel de seguridad biológica y, por tanto, se requiere menos complejidad experimental a la hora de desarrollar la vacuna.

El equipo de Enjuanes se ha centrado en el estudio de los mecanismos de patogénesis del nuevo coronavirus para eliminar de su genoma los genes responsables de la virulencia y obtener derivados atenuados, que se lleguen a convertir en «candidatos» primero, y en vacunas eficaces y seguras después.

Los trabajos que se llevan a cabo en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas avanzan hacia la utilización de un gen de un antígeno del propio coronavirus SARS-CoV-2 para estimular la inmunidad del receptor. El método consiste en colocar el gen del antígeno en un «vehículo» sintético de ADN que pueda ser introducido en el organismo del paciente e inducir la protección frente a la infección.

Pero además de los tres proyectos que se llevan a cabo en centros y laboratorios del CSIC, hay investigaciones en marcha en la Universidad de Zaragoza -donde se estudia una posible modificación de una vacuna que se está desarrollando contra la tuberculosis-, o en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, que busca un suero capaz de introducir una respuesta celular de largo alcance contra el virus que aporte inmunidad a lo largo de toda la vida. Destacan también los trabajos que se llevan a cabo en el Instituto de Investigación del Sida IrisCaixa, de una profilaxis mediante una técnica de «RNA-nanopartículas», y los de la catalana Hipra, por ahora los más avanzados y que entrarán en fase de ensayo clínico en dos meses.

Los proyectos para generar vacunas superan los 300 en el mundo, y unos 80 están en fase de validación clínica, pero la UE solo ha aprobado cuatro: la de Pfizer/BioNtech, la de Moderna, la de AstraZeneca y la de Janssen Pharmaceutica.