Fueron dos de los grandes nombres del 'boom' del ladrillo en Ciudad Real por los primeros años de la década de los años 2000, su empresa aparecía vinculada a grandes proyectos urbanísticos en Valdepeñas o a promociones de viviendas públicas en Ciudad Real, y la semana pasada se convirtieron, oficialmente, en los dos mayores morosos de Hacienda. Ramón y Agustín Olivares fueron los máximos responsables de la extinta Oligarry, y adeudaban a fecha de 31 de diciembre del pasado 2021, según la Agencia Tributaria, 36,8 millones de euros cada uno. Ninguna persona física en España debe más al fisco que ellos. 

Ramón y Agustín siguen viviendo en Campo de Criptana. 'Separados' profesionalmente, pidieron el concurso voluntario de acreedores en enero de 2018 y la empresa echó el cierre en octubre de 2019. Los que les conocen hablan de ellos como gente «que era muy trabajadora y que lo siguen siendo, que desarrollaron una iniciativa espectacular, aunque luego les pilló la crisis de la burbuja, con una inversión muy grande y les empezaron a deber...». «Montaron un imperio y dieron mucho trabajo en Campo de Criptana», apuntan fuentes consultadas por La Tribuna, que insisten en la labor realizada durante años por los Olivares. «Jugaban en otra división», añaden constructores que compartieron «pocas experiencias con ellos. Estaban ahí, pero no mantenían mucha relación con el sector». 

Ramón y Agustín encabezan el listado de morosos con Hacienda, donde una empresa con la que estuvieron vinculados hasta 2019, Ramón como administrador único y Agustín como apoderado, según empresia.es, es la mayor morosa de la provincia. La deuda de Vivienda y Bienestar SA, con sede también en Criptana, asciende a 36,8 millones de euros. Según el portal Newtral, «esta cantidad es parecida a la que deben los dos hermanos, ya que tal y como explican fuentes de Hacienda, tanto los hermanos como la compañía deben la misma cantidad de forma conjunta, no son deudas independientes».