La construcción de viviendas no pasa por su mejor momento. El visado de este tipo de obra nueva ha experimentado un frenazo en la provincia de Ciudad Real, un frenazo que ya ha dejado los peores datos en el sector desde 2013.

Con las cifras en la mano del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se han impulsado de enero a septiembre de este año sólo 357 viviendas nuevas, frente a las 772 del mismo periodo de 2021; las 547 de 2020, las 590 de 2019 y así hasta 2013, cuando se alcanzó una cifra todavía menor, sólo 300.

Para los representantes del sector en la provincia, la explicación está clara: el encarecimiento de los materiales ha disparado el precio de compra y ha hecho desistir a muchos promotores de la posibilidad de edificar una vivienda nueva, para lo que además se chocan con otro problema añadido: la subida de los tipos de interés que acompaña a la alta inflación y la posibilidad de una nueva crisis por la guerra de Ucrania.

«Este dato se puede deber sin duda al escenario de incertidumbre económica que estamos viviendo, con los tipos de interés subiendo y los precios de la energía disparados. Por ello entendemos que el frenazo en la construcción de obra nueva se enmarca en este contexto pero, sobre todo, está afectado decisivamente por la subida de precios de materiales y materias primas que llevamos sufriendo desde principios de 2021», afirma con contundencia el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC), Manuel Carmona.

Detalla que esta subida del coste de los materiales ha hecho que algunos elementos tan fundamentales en la construcción residencial como la madera, el vidrio, la cerámica o incluso el ladrillo «hayan hasta triplicado su precio, con un incremento medio de costes en la edificación del 30%. Y digo incremento medio porque algunas construcciones han incrementado todavía más su precio», añade.

Explica que esto ha originado «que particulares que iban a comenzar autopromociones o empresas que iban a comenzar o continuar una promoción o una segunda fase hayan paralizado y, en muchos casos aplazado, su decisión de construir hasta que se produzca una estabilización de los precios», agrega Carmona.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Ciudad Real, Federico Pérez Parada, suscribe la opinión del responsable de la APEC y atribuye el freno a la construcción de viviendas a los mismos factores. No obstante, aunque asegura que han notado «una bajada de la actividad», considera que no es «tan mala» como la que apuntan los datos del Ministerio, a expensas de contrastarlos con los propios datos que maneja el Colegio. Para Pérez Parada, la caída habría supuesto «volver a niveles de 2019», antes de la irrupción de la pandemia.

En cualquier caso reconoce el problema de los suministros, el encarecimiento de los materiales y la subida de tipo de interés, lo que a su juicio incluye de manera determinante en el mercado inmobiliario y en este sentido es claro: «El mercado inmobiliario de la provincia tiene un tope: en las viviendas de más de 200.000 euros se ve reducido el número de posibles clientes». Es decir, a más coste del inmueble, menos posibilidades hay de que se encuentre un comprador, máxime en este contexto de «incertidumbre». «La gente por lo menos se lo piensa y los bancos cada vez piden más garantías», agrega al tiempo que recuerda que si bien en los años del boom se compraban pisos como inversión, en los últimos ejercicios la finalidad de la compra ha sido la de convertirlas en su vivienda habitual. 

La «cultura de la rehabilitación»

La Cámara de Comercio de Ciudad Real acogió ayer una de las jornadas informativas programadas en la provincia por el Gobierno de Castilla-La Mancha en colaboración con los Colegios Profesionales de Arquitectos y de Aparejadores Técnicos e Ingenieros de Edificación de la región para dar a conocer las distintas ayudas europeas Next Generation con destino a la rehabilitación energética integral de viviendas residenciales.

El delegado provincial de la Consejería de Fomento, Casto Sánchez, incidió en que «nuestro objetivo es crear cultura de rehabilitación entre la ciudadanía, y que todas y todos conozcan las ayudas de los fondos europeos y puedan aprovecharlas para mejorar su calidad de vida y la eficiencia energética de sus viviendas». Con estas subvenciones se contribuirá, además, a «reducir las emisiones de dióxido de carbono de nuestro parque residencial, según los objetivos fijados en la Agenda 2030», subrayó el delegado provincial de la Junta.