La celebración de las fiestas navideñas aparecen como uno de los principales motivos que han ocasionado el nuevo repunte de casos de COVID-19 en España. La resaca de la Navidad descontrola el coronavirus en una tercera ola, pese a que esta semana, el doctor Fernando Simón, al frente del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, apuntaba que España podría estar llegando «al pico» de infecciones y señalaba a la Navidad como una época en la que la transmisión del virus se produjo fundamentalmente en las reuniones familiares, aunque también en reuniones de amigos y en el interior de bares y restaurantes.

En Ciudad Real, la media de nuevos casos en la última semana se modera, mientras que la tasa que mide los últimos 14 días sigue repuntando por el peso de los contagios navideños en una provincia, donde los indicadores de movilidad volvieron a apuntar hacia Madrid como la comunidad que más contacto mantuvo con Ciudad Real.

Las cifras del Ministerio de Transportes, a través del estudio de Big Data que compara la movilidad diaria respecto a la de una semana tipo equivalente previa a la crisis, allá por el mes de febrero de 2020, coloca a la Comunidad de Madrid a la cabeza de los contactos con Ciudad Real en cuanto al número de viajeros por kilómetro, el parámetro que mide el tráfico de viajeros correspondiente al transporte de un viajero sobre una distancia de un kilómetro.

Del lunes 21 de diciembre al domingo 27, esa conexión desde Madrid a Ciudad Real superó los tres millones de viajeros por kilómetro, tres veces más que la medida con Toledo, y con unos niveles que superaron ampliamente la movilidad habitual de tráfico en tres jornadas claves de las fiestas: el 22, el 23 y el 24 de diciembre; especialmente la jornada previa a Nochebuena, que disparó un 67% las cifras normales de la conexión de Madrid con la provincia, coincidiendo con la apertura de las fronteras para desplazamientos interregionales. Ningún otra territorio alcanza esos niveles de movilidad con Ciudad Real, con Toledo y Albacete como los siguientes puntos de emisión de viajeros esos días.

El estudio del Ministerio de José Luis Ábalos también deja entrever el efecto del cierre perimetral de los pueblos de la provincia, que marca ya un pronunciado descenso de la movilidad desde la pasada semana, con la luz verde al decreto de Sanidad que cerraba los desplazamientos entre los pueblos de la provincia menos para contadas excepciones, como los realizados por motivos laborales o educativos.

El cierre perimetral que entró en vigor el pasado jueves deja ya una caída de la movilidad interior, en la provincia, que rozó el 28 por ciento en sus dos primeros días, y que llegó a casi el 50 por ciento en la jornada del sábado, la última sobre la que ayer ofrecía información el Ministerio de Transportes.

Eso con respecto a la movilidad dentro de la provincia, porque los viajes con destino Ciudad Real hacia otra zona del país bajaron aún más: el primer día del cerrojazo perimetral dejó una rebaja del tráfico habitual del 36 por ciento y el segundo, del 50%.

En cuanto a las entradas de viajeros a la provincia, el descenso sube otro escalón tras el decreto que reforzaba el nivel de medidas 3 en el territorio ciudadrealeño. El jueves 14, esa movilidad cayó un 42 por ciento, y el viernes 15, un 54%.