Desde la semana pasada, la provincia de Ciudad Real se encuentra en medidas de nivel 3 reforzadas, lo que no sólo implica el confinamiento perimetral de todos y cada uno de los municipios y el adelanto del toque de queda a las 22.00 horas, sino también el cierre total de bares, restaurantes, cafeterías, así como de gimnasios o superficies comerciales. Un parón de al menos 10 días, en razón de cómo evolucione la expansión de la pandemia, que hará que aumente el número de trabajadores que están en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Eso sin conocer aún el endurecimiento de las medidas que tiene previsto abordar hoy la comunidad autónoma y su posible incidencia adicional en la provincia.
En este sentido se pronunció el secretario provincial de CCOO, José Manuel Muñoz, quien indicó que si bien «se había recuperado mucho el empleo», con el rescate de trabajadores en ERTE, ahora «irá al alza» en toda la provincia como consecuencia de las nuevas medidas adoptadas ante el gran avance que han experimentado los contagios y eso afectará en mayor medida, dijo, a sectores como el de la hostelería y superficies comerciales.
En concreto, a fecha del pasado 31 de diciembre eran 2.442 trabajadores de la provincia los que se encontraban acogidos a un ERTE, de manera que Ciudad Real era la tercera de la región con más empleados en dicha situación, frente a los 2.846 de Albacete y los 5.690 de la provincia de Toledo. En el caso de la provincia de Cuenca eran entonces 1.444 trabajadores y en la de Guadalajara 1.448, según los datos del Gobierno regional al cierre del año.
Las nuevas medidas ante el COVID elevarán los ERTE - Foto: Rueda VillaverdeDe este modo, son más de 2.400 trabajadores de la provincia los que están pendientes de la prórroga de los ERTE, que vence el próximo 31 de enero y aún no se ha cerrado la negociación entre el Ministerio y los agentes sociales, aunque prevén no obstante prorrogar este paraguas de protección hasta el 31 de mayo. En el conjunto de la región son 13.870 empleados los que estaban acogidos a uno de estos expedientes a final de año y en el país 755.613.
A estos más de 700.000 trabajadores se refirió el presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir,), Carlos Marín, quien subrayó la necesidad de ampliar los ERTE, al mismo tiempo que se refirió a la situación de «incertudumbre y angustia empresarial» debido al contexto actual de la pandemia y las continuas negociaciones para las prórrogas, por lo que considera que deberían ser «a largo plazo» y no con «cuatro meses de vida». Del mismo modo, lamentó que la ministra «no escucha a nadie y se niega en banda a despedir con los ERTE», mientras que «hay empresas que están devolviendo las ayudas porque no pueden asegurar el empleo». De este modo, indicó que si bien las medidas sanitarias adoptadas son «necesarias» ante el aumento de los contagios, la situación de muchas empresas es «muy complicada».
Por su parte, el representante de CCOO considera que la prórroga de los ERTE se debe aprobar en los mismos términos» y, como mucho, aportar elementos técnicos que clarifiquen los criterios. De este modo, Muñoz destacó que la fórmula actual de los ERTE «ha dado solución, ya que ha impedido la caída del empleo y el desplome de la economía». Muñoz es contrario a la petición de la patronal de abrir la puerta a posibles despidos tras su finalización, ya que lo se busca es «la estabilidad en el empleo» y comentó que si bien algunas pequeñas empresas y autónomos pueden tener dificultades, y es a las que hay que ayudar, otras tienen «riñones» frente a la situación actual.
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