«Queríamos ganar y la sensación es que se nos han escapado dos puntos por errores propios y que se pueden evitar. Pero bueno, el rival también tuvo sus opciones», admitió el madrileño. 

Para el preparador del conjunto vinatero, su equipo hizo «un buen partido, sobre todo, en la primera mitad. Ya en el segundo tiempo nos faltó manejar un poco mejor los tiempos y controlar los pequeños detalles, algo que venimos diciendo desde hace tiempo. No supimos manejar las pausas», argumentó.

Profundizando en esta cuestión, detalló que «la quinta y la sexta falta se pueden evitar y más con lo que te estás jugando y la entidad de un rival que aspira a todo. El tiempo muerto del final también es otro detalle. Fue un malentendido», justificó en una decisión donde el banquillo local paró el choque cuando Edu Sousa se disponía a sacar sin que a Osasuna Magna le diese tiempo al cambio de portero-jugador con 20 segundos por disputarse.

No quiso hablar de los árbitros David Ramos, comentando que «tienen un difícil cometido» y recordó que en Primera División «nadie regala nada. Todo el mundo juega, tiene sus virtudes y nadie está en esta categoría de regalo. Ante equipos grandes hay que saber manejar mejor el juego y el otro fútbol sala».

Sobre el abucheo final del público a Eric Martel, que fingió estar lesionado para poder realizar el cambio cuando su equipo jugaba de cinco y poco después volvía a entrar en pista, el entrenador del Viña Albali Valdepeñas señaló que «entiendo que hay mucha tensión, pero pienso que lo mejor es animar desde el respeto».