La pandemia de coronavirus se cobró la vida de 19 personas en la provincia de Ciudad Real desde el pasado viernes y hasta este domingo, según las cifras que actualizó este lunes el Gobierno de Castilla-La Mancha, que cifra ya en 1.456 las personas muertas por COVID-19 desde el inicio de la pandemia. En toda Castilla-La Mancha son 86 las víctimas que deja el SARS-CoV-2 en los últimos tres días, con Toledo como la provincia más golpeada, con 37 fallecimientos.
Sanidad notificó también 1.465 contagios en Ciudad Real de los 6.400 contabilizados en la región. La incidencia a 14 días sigue disparada, con un récord que llega hasta los 1.728 casos por 100.000 habitantes, casi el triple de la tasa que padecía la provincia a inicios de mes.
Otra cifra que crece es la de los hospitalizados en la red de centros de la provincia, donde ya hay 453 personas ingresadas afectadas por COVID-19. En el hospital de la capital son 191 los pacientes mientras que en Alcázar de San Juan llegan a las 150 hospitalizaciones. Especialmente preocupante es la situación de este último, donde el número de personas aquejadas por coronavirus que reciben atención casi se ha triplicado desde el día de Reyes. También el hospital de Valdepeñas ha notado una subida de ingresos que supone triplicar las cifras de pacientes que tenía el 15 de enero.
Toledo es también en cuanto a la presión hospitalaria la provincia de Castilla-La Mancha que peores cifras tiene. Allí los ingresos en cama convencional alcanzan a las 663 personas.
En cuanto a las UCI, su ocupación se estabiliza en Ciudad Real, donde había este domingo 64 personas conectadas a un respirador. El jueves eran 69.
El único dato positivo que deja la evolución de los principales indicadores de la pandemia en la provincia es el que marca la evolución de los contagios en los últimos siete días, en los que la curva es claramente descendente. Tras llegar a 928 casos por 100.000 habitantes el miércoles pasado, hoy es de 796 positivos, una cifra que aún es seis veces superior a los 125 casos que indican el nivel de riesgo extremo para un territorio, según el Ministerio de Sanidad.