Canseco dona el alma de su obra al Patio de Comedias

Pilar Muñoz
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El director de escena y productor considera que es el espacio natural y adecuado para una exposición retrospectiva que recoge cincuenta años de actividad teatral reconocida

Canseco dona el alma de su obra al Patio de Comedias - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Patio de Comedias de Torralba de Calatrava ha sido el escenario  elegido por el director de escena, escritor y productor Manuel Canseco Godoy (Villanueva de la Serena, 1941) para donar una esencia de su gran obra y piezas y documentos atesorados a lo largo de su trayectoria profesional en el mundo de las artes escénicas.

La exposición retrospectiva se inaugurará el próximo día 16 y el público podrá contemplar y admirar trajes de varios montajes teatrales, libretos, carteles y fotografías de toda una vida dedicada al teatro. Canseco ha elegido el Patio de Comedias de Torralba de Calatrava porque es «el espacio más adecuado», asegura en declaraciones a La Tribuna tras destacar la importancia de este escenario recuperado hace años para el teatro.  

Aparte del espacio, también ha pesado a la hora de donar su obra la actividad que hay en el Patio de Comedias y las diferentes conversaciones con la Corporación municipal, tanto la anterior como la actual. En 2019 le rindieron un homenaje y acabó por decirse «a donar aquellas cosas más espectaculares, ya que uno va de retirada en la profesión», a la que se ha dedicado en cuerpo y alma.

El Patio de Comedia «tiene un atractivo especial y creo que es el sitio adecuado para una exposición permanente en la que poder reflejar los 50 años de actividad teatral»,   señala en la conversación con este periódico.

En la exposición estarán presentes los vestuarios completos de dos  obras de Calderón, No hay burlas con el amor y Casa con dos puertas, mala es de guardar, atuendos que, como explica Canseco, son «tan sumamente especiales que no es posible revender o alquilar y que son un patrimonio importante desde el punto de vista afectivo», confiesa el también autor teatral.

Canseco, uno de los grandes  directores de escena, presentó estos dos montajes en el Festival de Teatro Clásico de Almagro y, como curiosidad, el de No hay burlas reproduce los trajes del siglo XVII, pero  confeccionados con tela vaquera.

Al lado de este rico vestuario de teatro estarán también otros procedentes de El cerco de Numancia, otro de los magníficos montajes teatrales de Canseco, y de María Estuardo, una de las últimas representaciones que Manuel Canseco llevó a Almagro y también a Torralba y en cuya escenografía tuvo un papel relevante su hija Paloma Canseco Muñoz.

También se exponen libretos de principios de los setenta con el sello de la censura, el libreto original de Proceso a Besteiro, con el que Canseco fue premio ‘Tirso de Molina’ de 1983, una maqueta completa para el programa de La Paz que diseñó Francisco Nieva y cuyos originales están expuestos en una vitrina, así como fotografías, programas, carteles y espadas y ballestas que proceden de un espectáculo que Canseco llevó a México con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales.

Un centenar de montajes. A lo largo de su carrera, Canseco ha dirigido más de100 montajes teatrales, una trayectoria profesional que los visitantes de la exposición podrán conocer a través de un vídeo grabado para la ocasión.

Canseco se formó en la escuela de William Layton y con grandes maestros como Miguel Narros, pero afirma que no se consolidó en la profesión hasta que trabajó con José Luis Alonso en el ‘María Guerrero’, primero de ayudante y luego de director adjunto: fueron siete años al lado de uno de los grandes del teatro español contemporáneo. Un aprendizaje que le ha llevado a las cotas más altas de la profesión. Manuel Canseco dirigió el Festival de Mérida y en 2019 recibió el Premio Corral de Comedias de Almagro.  

A pesar de sus méritos y reconocimientos, es el único director en activo (lleva haciendo teatro clásico desde 1970) que no ha dirigido la Compañía Nacional, algo que le pesa. Ha presentado varios proyectos pero no se aprobaron. Atesora un prestigio más que acreditado para haber dirigido algún clásico más en la Compañía, un debe que «es más una anécdota que una frustración».

Y entre los proyectos esta una Electra, «un espléndido trabajo de dramaturgia de Juan Guerrero Zamora que incorpora cante y baile». Confiesa que le habría «gustado hacerlo, pero es difícil porque es un montaje muy costoso; estamos hablando con el Festival de Mérida para ver si lo coproduce y podemos estrenarlo el año que viene. Sería mi testamento artístico porque a mis 80 años ya estoy para escribir y trabajar en casa».