UFD realiza 4.400 actuaciones contra el fraude eléctrico

EFE
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La repercusión de este fraude en Castilla-La Mancha representa más de 40 millones de euros al año, lo que supone una media de 66 euros anuales por cada cliente que sí cumple con sus obligaciones de pago

Los contadores inteligentes llegan a más del 99%

UFD, la distribuidora eléctrica del Grupo 'Naturgy', ha intensificado su ofensiva contra el fraude eléctrico en Ciudad Real y desde enero de 2021 ha realizado en la provincia cerca de 4.400 actuaciones, un 40 por ciento de la cuales corresponden a lo que llevamos de este año.

La distribuidora eléctrica ha intensificado su ofensiva contra el fraude con el objetivo de prevenir el riesgo que suponen las conexiones ilegales para la seguridad de las personas y para reducir el coste para el sistema eléctrico que, según la regulación vigente, asumen el resto de los clientes a través de su factura.

Este tipo de actuaciones ilegales, ha recordado la distribuidora en un comunicado de prensa este jueves, pueden provocar incendios y otro tipo de accidentes, y ponen en riesgo tanto a la persona que las realiza como a las que conviven con ella y a sus vecinos.

Por ello, la compañía está inmersa en un plan para detectar y desconectar conexiones fraudulentas y manipulaciones de contadores en Castilla-La Mancha, donde ya ha actuado de forma intensa en el área de La Sagra (Toledo) y más recientemente en las localidades ciudadrealeñas de Puertollano, Tomelloso, Malagón, Bolaños, Porzuna y en la capital.

La repercusión de este fraude en Castilla-La Mancha representa más de 40 millones de euros al año, lo que supone una media de 66 euros anuales por cada cliente que sí cumple con sus obligaciones de pago de la energía que consumen.

Durante los últimos meses, directivos de UFD han explicado de primera mano esta campaña de lucha contra el fraude a las administraciones locales y regionales.

Las conexiones fraudulentas a la red de UFD crecieron un 28 % entre 2008 y 2013, tras la irrupción de la crisis económica, y desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, esta práctica ha aumentado un 7,5 %.

Además del grave peligro y el perjuicio económico que entraña esta práctica, también incide negativamente en la calidad y continuidad del suministro de los clientes conectados legalmente.

Finalmente, ha recordado que la manipulación irregular de las instalaciones eléctricas constituye un delito recogido en el artículo 255 del Código Penal.