Las ganas por normalizarse hace que cada día merezca la pena

Manuel Espadas
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Tras aprobar la oposición al cuerpo de jurista, asumió la responsabilidad de subdirectora del CIS Concepción Arenal de Ciudad Real en septiembre de 2022, sucediendo a Alberto Ondarza

Las ganas por normalizarse hace que cada día merezca la pena - Foto: Rueda Villaverde

Nacida en Campo de Criptana, Isabel Marcos Alberca estudió en el colegio Jorge Manrique y en el instituto Juan de Ávila de Ciudad Real. Se licenció en Derecho en la facultad del Campus de la capital, para después orientar su futuro laboral hacia las instituciones penitenciarias. Después de superar tres oposiciones, la que hace 30 años comenzaba como vigilante en el Centro Penitenciario de Castellón, es ahora la nueva responsable del Centro de Inserción Social (CIS) 'Concepción Arenal' de Ciudad Real. 

¿Qué es el CIS 'Concepción Arenal' y cuál es su finalidad?

Es un centro que depende orgánica y funcionalmente del Centro Penitenciario de Herrera de la Mancha, para diferentes clases de personas penadas: aquellas que tras una trayectoria positiva en un centro penitenciario, terminan su cumplimiento en un régimen de semilibertad, en el 'medio abierto', como le denominamos nosotros frente al medio ordinario;y también se encuentran personas que ingresan voluntariamente a cumplir penas de corta duración y que, tras ser evaluadas por el equipo multiprofesional de la Junta de Tratamiento de Herrera de la Mancha, se determina si reúnen las condiciones para quedarse en el CIS en tercer grado, en medio abierto: condiciones como hechos delictivos muy antiguos, primariedad delictiva y no antecedentes penales, entorno familiar y social normalizado…

Las ganas por normalizarse hace que cada día merezca la penaLas ganas por normalizarse hace que cada día merezca la pena - Foto: Rueda VillaverdeSe sigue también el control de aquellos penados que ya han pasado a libertad condicional o tienen impuesta por los tribunales libertades vigiladas. Y una parte importante de trabajo del CIS es el Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas, para el seguimiento de las penas alternativas a la privación de libertad.

La finalidad del CIS la recoge nuestra Constitución en su artículo 25 y que es un lema para nosotros: la reeducación de los penados a penas privativas de libertad y su reinserción social.

¿Qué perfil guardan los penados?

Son de todo tipo, nacionales, extranjeros, sin nivel de estudios o con formación académica, mayores, jóvenes, con familias normalizadas o sin recursos ni vivienda. Incluso pueden tener algún tipo de discapacidad, intelectual, sensorial, física… De ahí la importancia del estudio individual y los distintos protocolos a seguir.

¿Cuáles son los delitos más comunes que han cometido estas personas?

Contra el patrimonio, robos, hurtos, contra la salud pública, seguridad vial…

¿Qué porcentaje están trabajando durante su estancia en el CIS?

De los casi 100 penados que tenemos actualmente en tercer grado, unos 35 se encuentran trabajando, tenemos a seis cuidando de hijos menores y familiares, otros pocos son jubilados o pensionistas. Los que no tienen trabajo son los que residen en el CIS en búsqueda activa de empleo, formación e inserción laboral o profesional.

¿Qué porcentaje de ellos logra dejar la delincuencia y cuántos son reincidentes?

Según un reciente estudio, 8 de cada 10 personas no vuelven a prisión tras cumplir una pena privativa de libertad. Además, pone de manifiesto que el porcentaje de reincidencia se duplica en el caso de quienes cumplieron la pena hasta el final sin pasar por un sistema progresivo de modalidades tratamentales o un retorno gradual a la comunidad, como son los permisos y salidas, el régimen de vida en tercer grado o semilibertad, una libertad condicional…

¿Qué labor se realiza con estas personas en semilibertad?

Los penados llegan al CIS tras haber pasado un periodo en un centro penitenciario. Allí han sido estudiados por los diferentes profesionales, psicólogos, educadores, trabajadores sociales, juristas, y han recibido un programa de tratamiento individual dependiendo de su carácter, aptitudes, actitudes, datos familiares, sociales, su personalidad y diferentes diagnósticos. Y en esa dinámica llegan con unas ganas enormes de poder trabajar, de realizar la formación adecuada, esta vez con entidades externas al medio penitenciario, y poder reinsertarse progresivamente en la sociedad.

El medio abierto es una herramienta más dentro del tratamiento, en el que se fomenta hábitos saludables con el fin de facilitar la inserción sirviéndonos de recursos sociales externos.

¿En líneas generales, cómo es el día a día en el CIS?

Muy dinámico, con un horario y unas normas como cualquier centro en el que tienen que convivir una serie de personas. Algunos madrugan mucho para poder asistir a trabajos eventuales que han conseguido, o para asistir a clases o cursos. Todas estas actividades forman parte del programa específico de tratamiento que el equipo técnico del CIS ha considerado. Las tardes son un poco más tranquilas, algunos las aprovechan para hacer deporte y salir a correr. Algunos penados trabajan en el propio CIS repartiendo la comida, en la lavandería, mantenimiento… Los fines de semana, si tienen domicilio y un entorno familiar que les acoge, suelen pasarlos con ellos.

Su máximo anhelo es conseguir un trabajo para poder ser autónomos e independientes y, sobre todo, ayudar económicamente en las cargas familiares.

¿Son frecuentes algún tipo de conflictos con los residentes, o algún caso de fuga?

No es normal que se produzcan incidentes. Ellos están deseando llevar una vida lo más normalizada posible y no quieren volver a un centro penitenciario. En la cantidad de penados que manejamos en los últimos 10 años solo hemos tenido un par de casos que no han regresado de permiso.  

¿Algún penado ha regresado al centro para compartir con ustedes sus experiencias tras lograr la reinserción social?

Conocemos bastantes casos. Todos merecemos una segunda oportunidad y ellos han sabido aprovecharla.

Llegó al CIS en septiembre. ¿Qué balance hace? ¿Le ha dado tiempo a introducir algún cambio?

Es un trabajo muy intenso, dinámico, con momentos duros, pero si te apasiona lo que haces, como es mi caso, y con el gran equipo del CIS del que estoy rodeada, la gente de entidades e instituciones públicas y privadas que estoy conociendo porque colaboran con nosotros, y sobre todo las ganas que ponen los penados por normalizarse socialmente, hace que cada día merezca la pena.

Dentro de la línea marcada por mis antecesores, yo he intentado aportar para mejorar, con nuevas normas de limpieza, convivencia y para dar más responsabilidad a los internos. 

¿En qué necesitaría mejorar el centro de manera urgente?

Principalmente, la problemática de los accesos, que son caminos y no están iluminados. Estamos tratando de arreglarlo con las distintas administraciones.