Aumentan las corridas pero descienden los festejos menores

M. Lillo
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La provincia apostó en 2019 por el principal espectáculo taurino, cuatro más, en detrimento de novilladas y becerradas

Aumentan las corridas pero descienden los festejos menores - Foto: Pablo Lorente

El mundo del toreo viene soportando en los últimos años diferentes embites, desde el que llega por los movimientos animalistas, al cierre del grifo de las subvenciones públicas, la denuncia en relación a la seguridad del coso o los propios conflictos en el sector de la tauromaquia. Todo ello ha ido ‘minando’ el número de festejos taurinos que se celebran en la provincia de Ciudad Real, que han pasado de 164 en el año 2017 a 153 en el año 2018 y 140 durante el pasado año 2019, según las cifras facilitadas a este diario por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la encargada de la autorización de este tipo de eventos. 

El análisis pormenorizado de los datos pone de relieve que en el último año se mantuvieron los festejos populares, sólo se contabilizó uno menos (de 97 a 96) mientras que cayeron los festejos profesionales, que pasaron de 56 a 44 en los dos últimos ejercicios. Sin embargo, el sector de la tauromaquia se ha mantenido fuerte en su principal evento: las corridas de toros, que de hecho crecieron en número de espectáculos. En concreto, durante 2019 se celebraron hasta 25 corridas de toros, cuatro más que en el año 2018, cuando fueron 21, lo que pone de relieve la fortaleza que aún tiene este sector. 

La caída por tanto llegó de espectáculos catalogados como profesionales pero que se encuentran a un menor nivel que las corridas de toros, festejos menores. Esos otros espectáculos profesionales que descendieron en número fueron los festivales taurinos, que pasaron de 12 en 2018 a 9 durante el pasado 2019 y, sobre todo, las becerradas, que cayeron de 5 a una y las novilladas, que pasaron de 17 a solamente nueve durante el año pasado. 

Así, a pesar de la buena salud que han demostrado las corridas de toros, las cifras globales de caída de festejos taurinos no dejan de preocupar, como tampoco las de esos espectáculos considerados menores. «Sin novilladas no habrá toreros que cojan la alternativa», afirmó a este diario Antonio Espadas, el presidente del Ateneo Taurino, quien atribuyó esos datos a una cuestión «puramente económica». «Las novilladas le cuestan muchísimo dinero al empresario», detalló Espadas para poner de relieve que dicha caída también se ha registrado en el conjunto del país. 

Sin embargo, subrayó que muchos municipios de la provincia han seguido apostando por la celebración de corridas de toros, que son en muchos casos el principal evento de las fiestas patronales, por lo que ensalzó que hayan «mantenido la tradición». «Los toros no van a desaparecer por los políticos»  dijo en relación a las voces que apuntan a que con el Gobierno de PSOE y Podemos se va a poner fin a esta práctica. No obstante, lamentó que mientras otro tipo de espectáculos cuentan con un importante volumen de subvenciones, a los toros se les ha excluido del reparto de esos fondos públicos. 

«Cada día ayudan menos», suscribió Ángel Lillo, responsable de la empresa que se ha encargado de la gestión de los festejos taurinos en la capital en los últimos cuatro años. En este sentido, ahondó en la falta de apoyo «de las instituciones», que no de las personas que siguen acudiendo a este tipo de eventos, dijo para lamentar a renglón seguido el importante volumen de impuestos que además tienen que soportar. 

En cualquier caso, Lillo recordó que el año pasado ofrecieron una corrida más, cuatro frente a las tres anteriores, y explicó que su intención es optar de nuevo a la adjudicación del pliego de los festejos taurinos de la capital. Este pliego tiene que salir a licitación próximamente y ya se conocen dos cosas: que no incluirá una subvención para la empresa adjudicataria, eliminada en el anterior mandato a instancias de Ganemos, y que tendrá en cuenta los algo más de 20.000 euros que hay en el presupuesto de 2020 para los gastos de mantenimiento de la plaza de toros. Lillo confía en que el pliego tenga en cuenta la labor que ha desarrollado su empresa en los últimos años por «mantener el caché» y la «calidad» de los festejos taurinos. «Somos de Ciudad Real y tenemos cariño a nuestra plaza», dijo para ensalzar la «labor importante» en este tiempo. 

Por su parte, el crítico taurino Rafael Zaldívar afirmó que los datos de las corridas ponen de relieve que «en 2018 se tocó fondo en los festejos mayores y ahora ha experimentado una leve subida», si bien criticó que le están poniendo «trabas» a las novilladas y becerradas, que tienen prácticamente los mismos impuestos que las corridas, por las que optan los empresarios. «Al no haber novilladas se estrangula la fiesta por abajo», dijo en referencia a que eso perjudica «a los que quieren ser toreros». 

Los datos de festejos taurinos reflejan que de los 140 eventos, 96 son populares y, de ellos, 66 son sueltas de reses sin concurso; 15 sueltas con concurso; 11 encierros por vías urbanas y cuatro encierros por el campo. Los 44 eventos restantes fueron festejos profesionales: 25 corridas de toros, nueve novilladas, nueve festivales taurinos y una becerrada. 

En la provincia, la temporada se inició en abril con una corrida en Tomelloso y finalizó en octubre con dos sueltas sin concurso en Almadenejos y Tirteafuera-Almodóvar, del mismo modo que destaca la tradicional becerrada de Alcázar de San Juan del 1 de noviembre. Los eventos se concentran en los meses de julio (23), agosto (35) y septiembre (62). Almodóvar, Villamayor de Calatrava, Villamanrique, Brazatortas y Albadalejo destacan con mayor número de festejos.