El Hospital de Tomelloso hacía saltar las alarmas. Ciudad Real registraba hace justo dos años el primer caso de coronavirus en la provincia. Entonces, el Sescam anunciaba que se trataba un paciente que permanecía en estado leve y que se encontraba en aislamiento domiciliario. La estadística del Instituto Carlos III revelaría que se trataba de un hombre, de entre 40 y 49 años, al que siguieron otro joven de 20 a 29, una mujer de 60 a 69, otro veinteañero, un hombre y una mujer de más de 40, un sexagenario, dos mujeres de unos 50 años, otra de 70… así hasta llegar a los 115.140 positivos que este jueves notificó el Gobierno regional en su último parte de la pandemia. En dos años, uno de cada cinco ciudadrealeños ha dado positivo a una prueba PCR o similar por una enfermedad que ha llevado al hospital a casi 7.800 personas, que ha mandado a la UCI a casi 500 más y, el peor de todos los datos, que le ha costado la vida a casi 1.900 personas.

Entre cierres perimetrales, confinamientos, vacunas, test, el desgaste emocional de una sociedad que ha tenido que hacer frente a una crisis sanitaria inédita en más de un siglo, con cancelaciones de fiestas y eventos, distancia personal, toques de queda, mascarillas, la provincia estos dos años de COVID-19 y de olas que terminan en esta sexta con unos datos que se encaminan a recuperar parte de la normalidad que perdió en marzo de 2020.

Ayer, la sanidad regional registraba 131 infecciones. Lejos quedan ya los dramáticos picos de casi 1.800 positivos al día que se diagnosticaban durante los primeros días de 2022, los casi 1.200 hospitalizados en cama convencional que se llegaron a contabilizar el primer día de abril de 2020, cuando el COVID-19 ponía en jaque la atención sanitaria y llevaba al borde del colapso a una provincia que, por entonces llegó a atender a más de 120 personas en las UCI. Eran días de complicaciones y de llorar a los que morían. Ayer el Gobierno autonómico puso cifra a las víctimas del coronavirus: 1.877 desde que empezó la pandemia. En Ciudad Real, más de esas mil muertes se concentraron en la dramática primavera de 2020. El 14 de abril fue el día más trágico. Esa jornada murieron 62 personas por coronavirus. En 24 horas, el COVID-19 mataba el mismo número de personas que los accidentes de tráfico en los últimos tres años en las carreteras de Ciudad Real.

Dos años de pandemia: 115.000 positivos y casi 1.900 muertes - Foto: Rueda Villaverde

La enfermedad ha golpeado más a los más mayores. La estadística oficial apunta que de cada 10 personas que han muerto en la provincia por COVID-19, seis tenían más de 80 años y dos eran septuagenarios. Al fijarse en la edad de los contagiados, la estadística del Instituto de Salud Carlos III pone el foco de la enfermedad entre los ciudadrealeños de 40 a 49 años como los que más casos han sufrido, seguidos de los treintañeros y los veinteañeros, aunque las infecciones más graves, las que han terminado mandando a la persona contagiada al hospital, fueron las que afectaron, también, a los más mayores: la mitad de las personas ingresadas en las unidades de críticos con coronavirus en estos dos años de crisis sanitaria eran ciudadrealeños que ya superaban los 70 años.

Un nombre, el de Magdalena Acosta era el que a finales de 2020 ponía la esperanza en superar el coronavirus. A sus 100 años se convertía en la primera vacunada de la provincia. En Castilla-La Mancha son ya más de dos millones de personas las que han recibido más de 5,6 millones de dosis. Pinchazos que han ayudado a salvar vidas. La sexta ola es el mejor ejemplo. Entre el 1 de diciembre y el 1 de marzo de este año han dado positivo en Ciudad Real más de 58.000 personas y han muerto 84 personas. Un fallecido por casi 700 contagios con una población prácticamente vacunada en su totalidad. Hace un año, con el proceso de inmunización recientemente iniciado, en las mismas fechas se detectaron 21.800 contagios y hubo que lamentar 376 defunciones por COVID-19. Un fallecido por cada 60 infecciones.