El sector del ocio nocturno y de la hostelería ha recibido como un "jarro de agua fría" la medida anunciada esta mañana por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, de decretar el cierre de discotecas y bares de copas en toda España ante el avance de la pandemia. El portavoz del sector en la Asociación de Hostelería y Turismo de Ciudad Real, Pablo Victoria, considera que la medida es un "atropello" y prevé que contribuirá a la pérdida de cientos de empleos y a que un 40% de los locales tenga que cerrar sus puertas definitivamente. "A los que aguantaron la crisis de 2008, ésta les ha pillado un poco más prevenidos. Pero esta situación no puede ser eterna", comenta el también propietario de la discoteca Antigua Estación.
Victoria afirma en declaraciones a La Tribuna que la transmisión de contagios en este tipo de locales ha sido de "cero" en la capital: "La Antigua Estación lleva abierta 25 días y han pasado más de 5.000 personas con un aforo máximo de 200, y no se ha tenido ningún contagio. Mientras en Cataluña, por ejemplo, los locales llevan cerrados un mes y los contagios siguen disparándose", argumenta al tiempo que señala que "se estudiará con más detenimiento el Decreto" a pesar de que la patronal del ocio no descarta presentar una demanda. Y es que, "ahora un nuevo cierre total no es que nos coloque al borde del abismo, sino que estamos en la ruina total", ha comentado en Europa Press el secretario general de Spain NightLife, Joaquim Boadas, quien ha reclamado ayudas para el sector y ha advertido que al final van a ir a los tribunales. "Se está actuando mal. El Gobierno lo está focalizando en el ocio nocturno y en criminalizar a la juventud", señala Victoria.
El horario de cierre de bares y restaurantes será a las 01.00 como máximo, sin que puedan admitirse nuevos clientes a partir de las 00.00 y no se podrá fumar al aire libre si no se mantiene una distancia de dos metros. Medidas que el sector de la hostelería no recibe con agrado como así comenta el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Ciudad Real, José Crespo, quien cree que la medida ayudará a potenciar microbotellones clandestinos, ya que "cerrar a esa hora es un error". Asegura que esta medida perjudica "gravemente" a un sector que " ya está herido" y que no pasa por uno de sus mejores momentos, por lo que insiste en que "el 47% de los contagios de Castilla-La Mancha se deben a reuniones familiares y al botellón personal". "Vamos a seguir luchando, pero ésta será la puntilla para seguir cerrando por imposición e imposibilidad, y eso duele, y mucho", lamenta el responsable de la asociación de Hostelería ciudadrealeña.