La vía (verde) que sigue el rastro del tren

Rafael Cantero
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Las llamadas vías verdes son el nombre que reciben los antiguos tramos de ferrocarril que tras quedar sin servicio, fueron acondicionados para construir diversas rutas de senderismo o cicloturismo. La de Ciudad Real echó a andar en 1998

La vía (verde) que sigue el rastro del tren - Foto: Manuel González

Las llamadas vías verdes son el nombre que reciben en España muchos de los antiguos tramos de ferrocarril, que, tras quedar sin servicio, fueron acondicionados para construir sobre sus espacios diversas rutas de senderismo o cicloturismo.

Las vías verdes han puesto de manifiesto que estas infraestructuras son unos excelentes recursos para promover el ocio saludable y la movilidad no motorizada en las comarcas por las que discurren, contribuyendo en algunos casos a la promoción del turismo sostenible. Las vías verdes ofrecen condiciones de máxima accesibilidad, facilidad y seguridad, garantizando su utilización por parte de todo tipo de usuarios, incluidas las personas con movilidad reducida 

El trazado de la vía verde de Ciudad Real a Poblete aprovecha una parte del trazado ferroviario de la línea Madrid-Badajoz. Tuvo sus antecedentes en el año 1861 con la inauguración de la línea férrea Almagro-Ciudad Real que procedía de Alcázar de San Juan, posteriormente, en 1864, el trazado se amplió hasta Puertollano, construyéndose años más tarde la línea Madrid-Ciudad Real-Badajoz.

La vía (verde) que sigue el rastro del tren La vía (verde) que sigue el rastro del tren - Foto: Rueda VillaverdeCon la inauguración en 1992 de la línea de Alta Velocidad Madrid-Sevilla, la vieja estación de la ronda de Ciruela quedó sin servicio y, por tanto, las vías que de ella partían quedaron en desuso y fueron desmanteladas.

En virtud de un acuerdo suscrito entre el ayuntamiento y Renfe, los terrenos del obsoleto trazado férreo de Ciudad Real a Poblete fueron cedidos a los municipios afectados con el fin de que se crearan en ellos vías y espacios verdes. 

Las obras de construcción de la vía verde de Ciudad Real a Poblete, ubicada al suroeste de la ciudad, se llevaron a cabo entre los años 1997 y 1998. Es una sencilla y accesible ruta, de apenas seis kilómetros, que se inicia en la rotonda próxima al pabellón Quijote Arena y llega hasta la localidad de Poblete. Dispone de dos carriles, uno de tierra compacta para caminar o correr y otro asfaltado para pasear en bicicleta. Ambos carriles están separados por una franja continua de setos y diversas especies de arbustos autóctonos, lo que impide que se produzcan atropellos entre bicicletas y peatones. A lo largo de su recorrido se encuentran tres áreas de descanso y una zona ajardinada denominada Parque de Chiapas.

Este antiguo trazado ferroviario reconvertido en itinerario no motorizado para la práctica de un ocio activo y saludable es un importante pulmón para la ciudad. En su entorno se encuentran espacios naturales protegidos, entre ellos el monumento natural Maar de la Hoya del Mortero. Se trata del único Maar de grandes dimensiones que se despliega sobre materiales terciarios. Integra un cráter de explosión hidromagmática con una secuencia múltiple de episodios. El emplazamiento tiene un alto valor desde el punto de vista paisajístico por el contraste que implica el cráter con respecto a su entorno de relieves más suavizados.

Con la construcción de la vía verde, la salida sur de Ciudad Real cambió sustancialmente su fisonomía. La fotografía antigua, tomada en 1985 desde un puente que existió próximo a la rotonda donde comienza la vía verde, muestra las vías del ferrocarril sobre las que posteriormente se construiría este espacio verde, tan transitado a diario por el vecindario de la ciudad.