Alemania ha decidido dar el paso. Y con ella el resto de Europa, que confirma una vez más su unidad. A punto de cumplirse un año de la invasión rusa a Ucrania ordenada por Vladimir Putin, Europa ha dado un paso crucial aceptando el envío de tanques a Ucrania, en el que España también se ha posicionado a favor con sus propios Leopard. Con esta decisión Europa se muestra firme, y con un frente común, ante la amenaza y prepotencia imperialista del presidente ruso, y esto conlleva un par de conclusiones de inicio.
La primera es la voluntad de la OTAN de ayudar a un país acosado, y vecino de la Unión, y poniendo de manifiesto que no se puede quedar de brazos cruzados ante esta situación. La otra, menos positiva, es que la congregación de maquinaria pesada a ambos lados del conflicto no hace sino alimentar la amenaza en ambos sentidos que, si el efecto no es el de que Putin se vea obligado a negociar la paz, y una salida ordenada de territorio ucraniano, puede dilatar la guerra más de lo deseado.
Es verdad que Putin se está viendo acorralado porque su idea de estrangular energéticamente a occidente no ha terminado de funcionar. Los países han tomado medidas, y los ciudadanos han respetado, sin anarquismos ni aspavientos, las limitaciones que los gobiernos han impuesto. Claro que eso también cabrea al presidente ruso y uno teme que se pueda revolver ya que este nuevo paso no aleja esa posibilidad de que se pueda recrudecer el conflicto. Las reticencias de Alemania respondían a no querer ver de nuevo esa imagen de los panzer nazis asolando los campos rusos, como ya ocurrió en un periodo más oscuro de su historia, que no tiene nada que ver –por suerte– con la naturaleza de esta guerra. No obstante, la posibilidad de que EE.UU. entre también en esta contienda con sus propios tanques, puede determinar la entrada de otros países que formen alianza con Rusia, lo que elevaría la guerra a una dimensión más que indeseada.
En España, que ya sabemos que is diferent, el Gobierno se ha encontrado con la «oposición» dentro del propio Gabinete, algo que ya empieza a ser habitual, aunque incomprensible en una decisión trascendental como es el envío de material bélico al frente. Hasta en Alemania los socios de la coalición de gobierno han respaldado la decisión, ofreciendo esa imagen de solidez y unidad en una situación mucho más delicada para su imagen, y que aquí brilla por su ausencia. Unidas Podemos y otros «socios» de Sánchez han mostrado sus reservas intentando que sea el Congreso de los Diputados quien avale este envío de tanques a la 'coalición de los Leopard' que forman una decena de países, intentando que España se quede fuera de esa alianza. Algo que no se entendería ante una decisión tan crucial para el futuro de Europa, y esa apuesta por la unidad que la Unión Europea ha decidido exhibir, no sin esfuerzo por parte de sus integrantes, para frenar a Putin en su intento de borrar del mapa a la sociedad y cultura ucranianas.