La llegada de inmigrantes eleva los parados a 45.000

R. ch.
-

La EPA detecta un incremento de la población activa a la que el mercado laboral no ha sido capaz de dar oportunidades

La llegada de inmigrantes eleva los parados a 45.000

La Encuesta de Población Activa certificó ayer lo que el Ministerio de Empleo venía ya avisando con los datos del paro mensuales: 2019 fue un mal año para el empleo en la provincia, que cerró con 45.000 parados, 6.800 más de los que había un año antes, y con 1.100 personas menos trabajando que en diciembre de 2018, hasta quedar la cifra de ciudadrealeños con un empleo en 187.700.

Es la primera vez que los dos indicadores que marcan la ‘salud’ del mercado laboral son negativos en Ciudad Real al mismo tiempo y al cierre de un año desde 2014 y se da en un contexto regional que también marcó subidas del paro en Castilla-La Mancha y una ralentización del descenso del desempleo en el conjunto del país.

La ya famosa inestabilidad política que sufrió España durante 2019 aparece como una de las causas que se señalan para valorar la evolución de la EPA en una provincia como la de Ciudad Real donde ahora, además, hay 5.700 personas más en disposición de trabajar que hace un año y a las que el tejido productivo no ha sido capaz de darles una oportunidad laboral. Esa situación se reproduce, especialmente, en el sector de los servicios y en la agricultura y con personas con edades entre los 25 y los 54 años. Fueron, en su mayoría, mano de obra inmigrante que ayuda a frenar el descenso de la población en la provincia pero que, por otra parte, incrementa las cifras de desempleados. Así pasa en Castilla-La Mancha: los activos españoles al cierre del año son 2.800 menos y los extranjeros no comunitarios son 7.500 más.

En Ciudad Real, con estos ingredientes -el paro creció en todos los trimestres del año y se destruyó empleo desde abril- la tasa de paro vuelve a aumentar y ronda de nuevo el 20 por ciento tras experimentar la cuarta subida más importante de todo el país, solo por detrás de Ceuta, Melilla y Soria. Eso sí, ese valor es todavía 15 puntos inferior a la dramática situación del arranque de 2015, cuando uno de cada tres ciudadrealeños estaba sin trabajo.

brecha de género. Un problema de desempleo en el que ellas vuelven a salir peor paradas que ellos en Ciudad Real. En 2019, el paro masculino repuntó en 1.600 personas mientras que el femenino avanzó a un ritmo tres veces más alto, hasta sumar 5.200 desempleadas más. En la provincia, por cada hombre que busca un empleo hay casi dos mujeres que también quieren entrar en el mercado laboral. Además, ellas soportan una de las mayores tasas de paro de todo el país, que llega hasta el 27,9 por ciento, la sexta más elevada, mientras que la de ellos es del 12,29%, justo en la media nacional.

Esa brecha de género también se hace visible en Ciudad Real cuando se habla de las personas que tienen un trabajo. Durante 2019, el número de hombres ocupados se mantuvo casi estable, con la destrucción de apenas 200 empleos, mientras que las mujeres perdieron 800. En total, 112.300 hombres y 75.400 mujeres trabajaban en la provincia en diciembre de 2019.

Por sectores, la industria y especialmente, la agricultura fueron los que sostuvieron el empleo en Ciudad Real. El campo generó 1.900 empleos y la industria, otros 1.600. En el lado contrario, la construcción restó 400 puestos de trabajo y el sector servicios, el principal motor del mercado laboral ciudadrealeño, se dejó en un año 4.300 ocupados.