La Sociedad cervantina visita al 'último héroe cervantino'

La Tribuna
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Integrantes de la asociación alcazareña comparten una mañana con Felipe Ferreiro, propietario de la Venta de la Inés, uno de los enclaves reales que aparecen en varios libros de Cervantes

La Sociedad cervantina visita al 'último héroe cervantino'

El pasado sábado la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha visitado la antigua Venta de la Inés, situada en el término municipal de Almodóvar del Campo. Esta venta situada en el antiguo Camino de Toledo a Sevilla, también conocido como Camino de la Plata, está nombrada en la novela Rinconete y Cortadillo como Venta del Alcalde, cómo se conocía en época de Cervantes. "Sin duda alguna Miguel de Cervantes se alojó en ella en sus viajes a Andalucía, y la utiliza como escenario de esta Novela Ejemplar y también en el Quijote adonde llegan don Quijote y Sancho Panza antes de adentrarse en Sierra Morena, y en la que ocurren tantas aventuras en la primera parte de la novela", señaló la asociación en un comunicdo de prensa.

A media mañana los miembros de la Sociedad Cervantina ya estaban contemplando la imagen de esta antigua venta a los pies de Sierra Morena. No tardan en ver la imagen menuda de Felipe Ferreiro, su actual propietario. A sus 92 años de edad, Felipe sigue viviendo en la venta, a la que llegó con pocos días de vida con sus padres, que ya eran la cuarta generación al frente de la venta. Si la venta tiene el gran interés de ser la única venta cervantina que sigue en pie, su propietario es su último héroe. "Ha vivido en ella toda su vida, junto a su familia, sufriendo los desmanes de su vecino y propietario de la finca que rodea a la venta. El Poderoso, como le llama Felipe, llegó a cortarle incluso el abastecimiento de agua desde el río Tablillas desde el que se abastecía desde antiguo", señaló la organización.

La venta ha estado treinta años sin agua hasta que la Justicia le ha dado la razón y se ha restablecido la conducción hace solo cuatro. "Su lucha ha sido mayor que la que don Quijote tuvo con los molinos de viento, que él creía que eran gigantes", indicaron. Durante casi dos horas, Felipe les contó cuentos e historias de aquella zona con una lucidez increíble, en el portal de la venta, junto a la misma cocina en la que tantos viajeros han estado junto a su lumbre.

La Sociedad Cervantina le llevó una caja de Tortas de Alcázar y se despidieron con un "hasta pronto", firmando en el libro de firmas que en la venta Felipe conserva.

Desde 2009 la Venta de la Inés es Bien de Interés Cultural, con lo que su conservación está garantizada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Sin embargo, quien mantiene el espíritu cervantino de ella es don Felipe Ferreiro.