El juez Mejía previene de los hurtos y robos al descuido

Pilar Muñoz
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Aunque los asuntos de ámbito penal han disminuido, los hurtos y robos al descuido siguen protagonizando las guardias en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Ciudad Real

El juez Mejía en su despacho, antes de ponerse la toga para bajar a la sala de vistas y celebrar juicios - Foto: Tomás Fernández de Moya

Los casos de orden penal han disminuido en el último año, pero los hurtos y robos al descuido siguen protagonizando las guardias en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción. Los casos más comunes que llegan a estos órganos judiciales son robos con fuerza, hurtos y estafas. Este último tipo delictivo registra un crecimiento exponencial en fraudes por internet, indica el juez Antonio Mejía, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Ciudad Real, tras confesar que «es fácil caer» con fraudes cada vez más perfeccionados. De ahí que destaque la importancia de extremar las precauciones cuando se navega por internet y se hacen compras online. Cautela que extiende al comercio tradicional y clientela para evitar ser víctima de  robos al descuido y hurtos en sitios públicos, sobre todo en estas fechas próximas a la Navidad. En la una guardia puede haber diez o doce casos de robos al descuido y hurtos.

En cuanto a los pleitos de orden civil más frecuentes que se ventilan en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, son los de familia, contratos, reclamaciones de cantidad entre aseguradoras o contra seguros por parte de particulares, reclamaciones de cantidad por impagos, facturas, prestación de servicios ... y los relativos a modificación de medidas en materia de discapacidad cuya reforma de la ley va a suponer un notable incremento.  

En menor medida se registran asuntos de derecho de sucesiones, de propiedad, reclamación de dominio y arrendamientos urbanos. «No hay tantos desahucios como se pueda pensar», apunta el juez Antonio Mejía.

El juez Mejía previene de los hurtos y robos al descuido
El juez Mejía previene de los hurtos y robos al descuido - Foto: Tomás Fernández de Moya