Repsol usa drones para detectar la corrosión en el Complejo

D. R.
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La compañía puede realizar «una inspección más rápida y con mayor frecuencia» de tuberías y de grandes estructuras en altura cuya revisión implicaría una parada.

Trabajadores de Repsol en tareas de supervisión. - Foto: Pablo Lorente

Hace cuatro años, Repsol anunció su intención de incorporar drones para tareas de supervisión y evaluación de estructuras en varios de sus complejos industriales, entre ellos el de Puertollano, una tecnología cuya aplicación a la industria del petróleo la compañía pretende ampliar a las distintas áreas de su negocio. Entre los objetivos se encuentran evitar riesgos laborales y ahorrar costes durante la planificación de las paradas de mantenimiento de sus plantas industriales. Y cuatro años después, este proyecto ya es una realidad.

La multinacional energética está desarrollando un programa para analizar y testar las aplicaciones a corto plazo de la tecnología dron en sus negocios. La revisión de instalaciones submarinas utilizando un vehículo autónomo o de complejas estructuras de tuberías con drones aéreos son las últimas pruebas de concepto que se han realizado con esta tecnología, que puede mejorar la eficacia y la eficiencia, además de reducir riesgos laborales. Desde Repsol señalan que «la inspección de equipos en zonas de difícil acceso, el apoyo a operaciones en remoto, las tareas de vigilancia y seguridad y los trabajos de levantamiento cartográfico son las funciones en las que esta tecnología puede tener mayor valor para nosotros».

En base a ello, desde la compañía destacan que los drones ofrecen ya unas prestaciones que permiten instalarles una amplia gama de cámaras y sensores ajustados a la información que se desea obtener. Entre los desafíos se encuentran la aplicación de inteligencia artificial y el tratamiento de los datos «con herramientas que permitan su análisis de manera automática, confiable y rápida, una de las líneas de trabajo que estamos desarrollando con el Hub de Data Analytics de Repsol».

La primera prueba de Repsol con un vehículo autónomo submarino (AUV, según sus siglas en inglés) se efectuó en el mes de enero de este año en el Complejo Industrial de Tarragona, en colaboración con Everis Aeroespacial y Defensa (Everis ADS), empresa tecnológica que cuenta con un área especializada en sistemas no tripulados. El objetivo era analizar su rendimiento en las inspecciones visuales del pantalán del puerto y la sealine, la línea de tuberías de dos kilómetros de longitud que conecta la refinería con los barcos.

En otra prueba de concepto, esta vez en el Complejo Industrial de Puertollano y con un dron aéreo aportado por Honeywell que llevaba a bordo una cámara de alta resolución y sensores térmicos, se ha buscado «una inspección más rápida y con mayor frecuencia» de los racks de tuberías de esta refinería, grandes estructuras en altura cuya revisión implica una parada industrial y la instalación de andamiajes de elevado coste.

El tramo inspeccionado tiene una longitud de 350 metros y hasta tres niveles de tuberías, en un ensayo «que incluye el ‘entrenamiento’ de un algoritmo que, mediante machine learning, permita detectar la corrosión de manera automática», según explican en Repsol. Para ello, se ha formado un equipo de alto nivel con especialistas de ambas compañías en fiabilidad de las operaciones, corrosión y tratamiento de datos.

Normativa de uso. Por otro lado, cabe referir que las diferentes normativas sobre el uso de drones también resultan de vital importancia para que esta tecnología se extienda. En el caso concreto de España, su utilización está regulada por el Real Decreto 1036/2017, «sin embargo gran parte de las operaciones requieren autorizaciones específicas que ralentizan el avance del sector». Así, en el caso de la empresa Repsol, «tenemos alguna restricción para sobrevolar nuestras refinerías, excepto la de Puertollano, al encontrarse todas en las proximidades de aeropuertos, que son zonas altamente reguladas».

Ante el potencial de esta tecnología y a la vez que realiza distintas pruebas y análisis, la compañía petroquímica se está preparando para utilizar de forma habitual drones en su operación, para lo que está ya diseñando el modelo de servicio que regulará su uso a nivel interno.

Para ello, la colaboración entre empresas energéticas, fabricantes, organismos reguladores y partners tecnológicos «es necesaria para seguir aplicando las soluciones con drones enfocadas a nuestra industria. En Repsol queremos participar de un ecosistema que codesarrolle esta tecnología poniendo a disposición nuestro conocimiento e instalaciones», añaden desde la multinacional energética.