Antonio García-Cervigón

Buenos Días

Antonio García-Cervigón


Rafa Nadal 14-14 Real Madrid

07/06/2022

Llevamos una primavera que marcará registros deportivos difíciles de igualar. Ayer fue otro lunes de darle al palique a todas horas hasta decir basta. Que lo digan las lenguas y dialectos del planeta:nuestro Rafael Nadal ha alcanzado 14 títulos de Roland Garros y otros tantos campeonatos de fútbol ha conquistado el Real Madrid, 14 Champions League: RN,14-14,RM y ambos en una de las ciudades más bellas del mundo, París, a  la vera de la emblemática torre Eiffel. Alcanzar este número de gestas deportivas nos causa alegría desbordante cuando coincide el número ordinal de trofeos y en la misma ciudad. Según una encuesta que leí hace pocos años, la valoración que nos adjudican los extranjeros a los españoles es un notable, mientras que nosotros nos concedemos un aprobado raspado. Ahora, cuando está agotándose el caudal de personajes referentes en nuestra sociedad, donde pueda mirarse la juventud, hay que mantener y potenciar los valores que desprende nuestro deportista. Todos sabemos a estas alturas de su vivencia personal que Nadal ha agotado los adjetivos más laudatorios aplicados a su carrera deportiva. Por una parte, ha conjugado el entusiasmo y delirio que emanaba el público por un juego lleno de arabescos prodigiosos; enardecimientos que con su grito ¡Vamoooos! autoestimulante que llena de pasión y frenesí a los espectadores que ven el juego en directo o por televisión; otra faceta de su juego: resulta aguerrido cuando el juego pasa por otras acciones que desprenden energías y, a veces, con esforzadas combinaciones que es una manera de actuar con resolución e intensidad en todas sus manifestaciones en la cancha. Además, está sostenido por su grandeza en la pista ante sus adversarios. Viene a cuento las palabras de Cervantes a Don Quijote, «...el más ilustre de los caballeros andantes», aplicadas aquí al tenista. Nuestro rey Felipe VI, espectador de la hazaña del balear, tuvo palabras de reconocimiento. «Rafa se merece esto, es una maravilla verle». Después de conquistar su 22 Grand Slam, el mejor tenista del mundo redobla su sencillez y sorprende con sus palabras: «Esto es muy simple, me gusta jugar al tenis». Lo que también ha trascendido es que jugó en París infiltrado con inyecciones de anestesia para dormir el pie en cada uno de los partidos.
Si saliera algún empresario productor, público o privado, que reuniera los 28 trofeos de los que hablamos con vista a exponerla con la brillantez que merecen, seguro que sería una de las muestras más visitadas en su gira por España. Y si alguno de los alcaldes se decidiera a gestionar la muestra de unas réplicas para alguna galería que estuviera dispuesta para exhibirla, con toda seguridad ampliaría su oferta turística que ya tiene.  
Adelante, para sacar la fortaleza y tenacidad de nuestro héroe. Hacer de la tenacidad un principio en nuestra vida. Ésta   siempre se impone y aparece como una fuerza superior a las otras. Va por ti Ana, una auténtica nadalista. Y en esas estamos.