El polígono Oretania apenas genera interés por las empresas

Manuela Lillo
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El Impefe piensa ya en negociar y reconsiderar planteamientos y cree que la situación actual de «incertidumbre» ha influido

Terrenos en los que se ubicaría el futuro polígono industrial Oretania de Ciudad Real - Foto: Rueda Villaverde

Aunque el plazo para que las empresas se inscriban en el proceso de compraventa de parcelas del polígono Oretania está abierto hasta hoy, las expectativas no son muy favorables. El concejal de Promoción Económica y presidente del Impefe, Pedro Maroto, informó ayer a este diario, que, según le había trasladado la Entidad Estatal de Suelo (Sepes), a finales de la semana pasada solo había una empresa inscrita, en concreto vinculada al ámbito energético y de la que desconocía la cantidad de metros cuadrados que solicita.

De este modo, a la espera de que se cierre hoy dicho plazo y de posibles inscripciones adicionales, las sensaciones no son buenas, teniendo ahora solo una cosa en el punto de mira: conocer si la petición de suelo industrial planteada por dicha empresa (y las que se puedan sumar a última hora) superaría o no los 50.000 metros cuadrados exigidos por Sepes para hacer realidad la urbanización de este polígono. De ello dependerá que Oretania se convierta o no en una realidad.

Así, aunque hay que esperar «hasta el último momento» y desde el Impefe se cruza los dedos para que haya más firmas que den este paso, el concejal ya hizo uso de palabras como «retomar», «negociar» o «replantear». Y es que comentó que las cinco empresas que en su día manifestaron su interés por implantarse en dicho polígono no han formalizado su petición, una cuestión que considera que si bien puede guardar cierta relación con el precio, no es el único factor. «El precio es importante, pero no determinante», dijo el edil poniendo el acento en el verdadero interés que deben tener las empresas teniendo en cuenta primero la ubicación y, segundo, el área de influencia y las infraestructuras, por lo que comentó que «si tienen interés real vendrían a negociar con el Ayuntamiento o con la Junta». 

El precio. La Entidad Estatal cuantificó el precio del metro cuadrado en 87 euros, una cantidad por la que pronto se alzaron las voces críticas, que señalaban la diferencia de precio que había en relación con otras poblaciones del entorno, del mismo modo que la comparativa de precios de los polígonos promovidos por la propia entidad también ponía de relieve que la de Ciudad Real era la cuantía más elevada, por encima de los 70 euros el metro cuadrado de Albacete o de los 80 euros el metro cuadrado de Guadalajara. 

De este modo, el precio podría ser una de las cuestiones en las que se pusiera la lupa en el caso de que no saliera adelante este primer proceso de precomercialización. «Vamos a verlo, pero somos administraciones diferentes», comentó Maroto sin mencionar el hecho de que Sepes también comunicó que no puede fijar un precio por debajo del precio de coste y que en este caso pesa el importe al que adquirió el terreno Sepes en su día. Del mismo modo, prosiguió el edil, otra de las cuestiones a analizar sería «si hay empresas realmente interesadas», teniendo en cuenta además que el precio de algunas parcelas privadas situadas en las inmediaciones de Oretania rondan «los 300 euros el metro cuadrado» y es «más caro» aún en el polígono Larache para el que se barajaba incluso su traslado de empresas a Oretania, lo que, sin embargo, no se podría hacerse «hasta que no lo tengamos en fase de ejecución». 

También con relación al precio o a la posibilidad de adoptar líneas de subvención para las empresas, hay que recordar que el equipo de Gobierno de PSOE y Cs votó en contra en Pleno a una propuesta del PP enfocada en dicho sentido.  Así, en cuanto a dichas bonificaciones, Maroto comentó que «ya están recogidas en la ordenanza para las que sean declaradas de especial interés o utilidad municipal». 

Para el concejal de Promoción Económica también ha podido influir en el apenas interés de las empresas «la incertidumbre» actual, ya que «puede ser un año muy extraño, con el precio de las materias primas desbocadas», sentenció. 

En el caso de que no se alcancen los 50.000 metros cuadrados necesarios (la mitad de los que se promoverían en una primera fase) se piensa ya en la estrategia a seguir en lo que sería «un jarro de agua», como así reconoció Maroto, quién destacó todo lo andado hasta ahora, tras aprobar el proyecto y conseguir la implicación de la entidad estatal y que, sin embargo, podría no cristalizar, al menos de momento, en uno de los proyectos más ambiciosos de esta y de otras legislaturas anteriores, ya que los primeros pasos de este polígono se dieron en el año 2002. «Es un empeño personal y no vamos a tirar la toalla», aseveró el presidente del Impefe, quien defendió además que «la capital tiene elementos diferenciadores con respecto a otras ciudades».