La calle Bernardo Balbuena se concibió como una nueva arteria que diese salida al tráfico rodado desde el centro de la ciudad hacia el exterior. Esta calle, la salida hacia la ronda y la carretera de Puertollano, cogió una notabilidad importante con la creación del barrio de Pío XII y la residencia sanitaria Nuestra Señora de Alarcos.
En los primeros años del siglo XX, todo el espacio por donde en la actualidad discurre la calle Bernardo Balbuena era un amplio terreno, despoblado en su mayor parte, dedicado a usos agrícolas. Hasta el primer tercio del siglo no empezaron a levantarse sencillas edificaciones, familiares, de dos plantas. La primera intervención municipal fue en 1924, siendo alcalde Francisco Herencia. Fue en el solar sobre el que posteriormente se construyó el colegio Carlos Eraña, y que por entonces era un solar abierto, sin cercado por ninguna tapia o valla. Allí se situó el primer campo de fútbol que hubo en Ciudad Real, bautizado con el ostentoso nombre de Stadium Santa María. Se trataba de un sencillo campo de fútbol de pequeñas dimensiones, con sólo una fila de sillas portátiles y sin vestuario. Los jugadores se vestían en las casas de vecinos más próximas.
Posteriormente, en este espacio se construyó el edificio del colegio público Carlos Eraña, proyectado por el arquitecto Telmo Sánchez. En un principio el colegio fue rotulado con el nombre de Pablo Iglesias.
Bernardo Balbuena: De sindicatos a fútbol, escuelas e Iglesia - Foto: Tomás Fernández de MoyaOtro edificio singular que se conserva en esta calle es el que se construyó en 1950 para acoger allí las oficinas y otras dependencias de la Delegación Provincial de Sindicatos. Este edificio, obra del arquitecto Luis Gamir Prieto, consta de cuatro alturas, teniendo fachada a la calle Bernardo Balbuena y Santo Tomás de Villanueva. La Delegación de Sindicatos estuvo utilizando este edificio hasta 1968, cuando fueron trasladadas sus oficinas al nuevo edificio construido de nueva planta en la calle Alarcos, en el solar donde estuvo el Seminario diocesano.
Después de una serie de años sin uso alguno, a partir de 1973, el viejo edificio de la organización sindical fue ocupado por distintos servicios del Obispado Priorato de las Órdenes Militares. En la parte del edificio más próxima a la calle Obispo Estenaga se creó una nueva parroquia bajo la advocación del apóstol San Pablo. En la parte del edificio que se correspondía con la entrada principal y la fachada de la calle Santo Tomás de Villanueva se creó, en los años 80 del pasado siglo, el Centro de Adultos que más tarde se denominó Antonio Gala.
La nueva parroquia surgió ante el notable crecimiento de la población, lo que llevó a la sobredimensión de algunas parroquias. Ante esta situación, el obispo decidió desgajar parte del territorio asignado a la antigua parroquia de Santa María del Prado, conocida popularmente como de la Merced, para crear dos nuevas parroquias, una de ellas, la de San Pablo, por entender que la cercanía y proximidad de los servicios religiosos, favorece la acción pastoral y una evangelización más cercana y familiar.