Antonia Cortés

Desde mi ventana

Antonia Cortés


Café Comercial, la casa de todos

02/06/2022

A finales del XIX, en 1887, se inauguraba en Madrid el Café Comercial. Durante más de un siglo se convirtió en un maravilloso lugar de encuentro donde acudían los intelectuales de cada momento. El café, con su aroma, y los tradicionales churros, se mezclaban con el poder de las palabras y los buenos ratos. Sus ventanales, espejos, mesas de mármol, lámparas… eran testigos de interesantes tertulias, espectadores de amores y desamores, cómplices de esos primeros versos escritos en servilletas de papel y olvidados en cualquier libro. 
El Café Comercial, regentado desde 1909 por Arturo Contreras y su esposa Isabel, vio cómo pasaba el tiempo hasta presumir de haber vivido en tres siglos diferentes, con sus épocas, brillantes y oscuras; con su gente del barrio y de otros lares, famosos y no tanto, escritores, soñadores, estudiantes que se hicieron mayores e incluso importantes, para ir dejando paso a esos otros jóvenes que traían nuevas inquietudes. Y unos y otros fueron tejiendo aventuras y desventuras, idas y venidas, ayeres y mañanas. 
Pero un día ocurrió lo que nadie pensaba. Y un 27 de julio de 2015 esa puerta por donde habían pasado ilustres personajes dejó de girar. Y no faltaron rumores sobre su cierre, ni tampoco sobre su futuro. Pero, afortunadamente, ese destino que se dibujaba no se cumplió, y un 27 de marzo de 2017, dos inquietos empresarios, Caleb Soler y Alejandro Pérez Alburquerque, convertían la tristeza en esperanza y esa esperanza en una grata sorpresa: el Comercial volvía a su vida empapado de sus recuerdos, pero abrazando una nueva realidad. Y así, tradición y modernidad nos dejaban con la boca abierta.
Cinco años después de esa apertura, el escritor Rafael Soler, imprescindible en este emblemático lugar, cumplía un sueño compartido y presentaba el libro Café Comercial, la casa de todos, editado por Muddy Waters Books, en el que 74 personas recuperan sus recuerdos. La presentación se hizo en la parte de arriba, que tantas conversaciones y versos guarda en sus paredes, un hermoso acto en el que pasado y futuro se felicitaban. Emotivo fue escuchar a Maribel Serratacó, nieta de Arturo, y a Fernando Vera, agradecer la continuidad del Comercial, tanto como al propio Rafael Soler al afirmar que el momento que daba sentido al acto era la presencia de ambos.  "Somos de donde venimos", recordó. 
Escritores, políticos, profesores, artistas, economistas… buscaron en su memoria lo vivido en este cálido lugar y lo escribieron. Pero ¿qué son los clientes sin el personal que cada día hace posible que todo funcione? Y ahí estaba Juantxu, que fue camarero años y que quería ser escritor (y lo es) mientras conocía a Sánchez Ferlosio, Tomás Segovia, Pérez Reverte, José Luis Sampedro… Y también Rafa, el quiosquero, que, tras 40 años, presume de ser, seguramente, el que más cafés ha tomado. 
Que siga girando esa puerta de la Glorieta de Bilbao, la que Rafa Soler nos abre, como su corazón, para que no olvidemos que es la casa de todos.


 

ARCHIVADO EN: Estudiantes, Bilbao