La nueva factura de la luz, que entró en vigor el pasado 1 de junio, ha disparado el interés entre los ciudadrealeños por instalar placas solares de autoconsumo. En empresas de energía solar, como Quijote Solar, ubicada en Pozuelo de Calatrava, aseguran que en estas semanas, con la electricidad en máximos desde la nevada Filomena y los nuevos cambios de tarifa, han crecido los interesados por este tipo de instalaciones, hasta tal punto que las solicitudes de presupuesto han crecido alrededor de un 50 por ciento. Así lo comenta José Manuel Triguero, propietario de la empresa, que asegura que la demanda por esta energía ya se empezó a notar cuando se publicó el Real Decreto 244/2019, de 5 de abril, por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica. Fue entonces, señala, cuando este tipo de energía cogió auge, un empujón que es «aún es mayor cuando sube la factura de la luz».
Quijote Solar es una empresa con experiencia en el sector de la energía fotovoltaica, tanto aislada (sistema de generación de corriente sin conexión a la red eléctrica que proporciona energía procedente de la luz del sol) como de autoconsumo (la energía se genera mediante placas solares). En estos días, el trabajo se acumula. El aumento de peticiones de presupuestos, sin compromiso, se traducen después en instalaciones, más o menos, en la mitad de las llamadas. Por ello, Triguero no descarta aumentar la plantilla en un futuro para cubrir toda la demanda que el tarifazo de la luz ha despertado.
El principal objetivo es reducir el precio de la factura. Y se consigue, ya que se puede reducir en torno a un 70% con una inversión media de unos 5.000 euros. Pagar menos no es la única ventaja, pues quien se apunta al autoconsumo invierte a largo plazo. «Se trata de instalaciones que están funcionando más de 40 años y se amortizan en muy poco tiempo, ya que el periodo medio suele ser de entre cinco y siete años», argumenta Triguero, al tiempo que se pregunta qué producto hay que se amortice en ese tiempo y se disfrute de él más de cuatro décadas.
Ahorro, rápida amortización, baja inversión y una larga vida útil son algunos de los principales beneficios a los que hay que sumar también otros muchos como el de una energía «renovable, inagotable, limpia (no emite CO2 y evita el cambio climático) y universal, ya que se puede instalar en cualquier lugar». Las placas solares se han convertido en la mejor alternativa para ahorrar en la factura de la luz, sobre todo en un país como España, donde hay casi 3.000 horas de sol al año. Por ello, no es raro que se la considere ya como la energía del futuro. El reflejo de ello es que se prevé que «ocho de cada diez hogares tengan instalaciones solares en los próximos años, por lo que a partir de ahora el sector va a crecer exponencialmente», manifiesta.
Laureano Medina, de la empresa Aton Solar, también ha percibido más interés por la instalación solar de autoconsumo hasta tal punto, reconoce, que «la gente te para por la calle para preguntarte qué tiene que hacer». La empresa, con filial en Madrid y especializada en bombeo solar, instalaciones aisladas y placas de autoconsumo, ha notado un aumento de la demanda no en Madrid y también en la provincia, donde en lugares como Villarrubia de los Ojos «hasta ahora nadie se había interesado por este tipo de energía».
El mensaje «cala».
Tanto Triguero como Medina reconocen que la nueva factura de la luz ha sido de las más publicitadas de los últimos años, y eso ha provocado que «el mensaje cale en la población» y, en el caso de Aton Solar le ha llevado a prescindir, por el momento de la publicidad: «Nos sirve simplemente con el bombardeo de la noticia y sin haber llegado aún la factura de la luz». Medina es consciente de que la demanda aumentará en los próximos meses, cuando se espera que los pequeños negocios apuesten también por este tipo de energía. Todo ello, señala, sin olvidar las bonificaciones fiscales que ofrecen algunos ayuntamientos como Boadilla del Monte (Madrid), donde «bonifican el 40 por ciento del IBI durante los próximos cuatro años». En el caso de la provincia, municipios como La Solana rebajan hasta un 50 por ciento este impuesto. En este sentido, Medina tampoco descarta aumentar la plantilla en un futuro porque asegura que «la energía solar ha venido para quedarse», aunque reconoce que se echa en falta «formación profesional real», concluyó.