El Gobierno de Castilla-La Mancha viene impulsando desde hace años el deporte femenino con el fin de reducir la brecha que también existe en este campo con medidas como destinar las mismas ayudas a los clubes y equipos al margen de que sean masculinos o femeninos.

"El deporte femenino tiene el mismo valor que el deporte masculino. Por eso la Junta de Comunidades apostó desde hace años por dar exactamente las mismas subvenciones, con independencia de que los clubes o los equipos estuvieran compuestos por hombres o por mujeres. Ese es el camino, aún somos minoría, aún se nos ve menos, aún se valora menos, hay que reconocerlo, pero poco a poco vamos ganando en visibilidad, en seguidores y en seguidoras".

Con estas palabras lo ha manifestado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, que ha asistido esta tarde en Pozuelo de Calatrava al partido entre el Soliss BM Pozuelo y el BM Sporting La Rioja correspondiente a la fase de ascenso a la Liga Guerreras Iberdrola.

La consejera, junto a otras autoridades. - Foto: Rueda Villaverde

Además, la titular de Igualdad ha confiado en que jornadas como la de hoy sirvan para que las niñas se incorporen al deporte y, sobre todo no lo abandonen en la adolescencia, que es la edad crítica, "porque ellas, tanto Pozuelo como Bolaños, son unas referentes en este momento para nuestra infancia y nuestra juventud".

La consejera ha valorado muy positivamente en nombre del Gobierno de Castilla-La Mancha "el hecho de que el deporte femenino es el que nos está dando muchas alegrías en los últimos tiempos".

Blanca Fernández también ha subrayado que Ciudad Real destaca en el balonmano y, en concreto en el balonmano femenino, de forma que "quizá nos ha marcado el camino al resto de las cuatro provincias para que sigamos la estela. A las mujeres si se nos da una oportunidad las sabemos aprovechar".

Junto a la consejera han asistido al partido el director general de Deportes, Carlos Yuste; la delegada de Igualdad en Ciudad Real, Manoli Nieto-Márquez; el vicepresidente de la Diputación David Triguero y el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde.