La lotera acusada de engañar a unos clientes diciéndoles que su boleto de la Primitiva no estaba premiado ha sido condena a un año y dos meses de cárcel por un delito de estafa. Según la sentencia, a la que ha tenido acceso La Tribuna, también se le imponen las costas procesales y a indemnizar a la víctima en la cantidad de 2.717 euros. Consuelo L. S. P. respondió del delito que se le imputaba ante la juez de Penal 2 de Ciudad Real en una vista celebrada el 6 de abril.
La acusada negó los hechos y en el uso al derecho a la última palabra en el juicio manifestó creer que habían jugado con ella y que se estaban ocultando cosas. «Han ocurrido muchas cosas anteriormente en los sorteos y se están tapando conmigo», aseguró.
Ahora, la juez ha dictado sentencia y juzga probado que sobre las diez y media de la mañana del 7 de marzo de 2019 la víctima y su marido (ya fallecido) acudieron a la Administración de Lotería que regentaba Consuelo L. S. P. en el centro comercial de Carrefour, en Ciudad Real, para comprobar los cinco boletos del sorteo de la Primitiva que siempre jugaban. Fueron atendidos por Consuelo S. P., quien, con «intención de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito, tras comprobar que el boleto adquirido el 27 de febrero de ese año en la Administración de la Plaza Mayor de Ciudad Real había resultado premiado con un importe de 2.717 euros, decidió no comunicar dicha circunstancia», esto es, que el boleto había sido premiado. El matrimonio se fue de la Administración de Lotería que entonces regentaba la procesada «confiados» de que no habían obtenido premio alguno. Fue entonces, según juzga probado la juez, cuando la encausada procedió a cobrar el boleto premiado. Se personó sobre las dos de la tarde del 7 de marzo -una vez despachó al matrimonio titular del boleto premiado- en la oficina de Caixabank de la calle Calatrava de Ciudad Real donde le fue ingresado el premio por importe de 2.717 euros en la cuenta bancaria que la acusada tenía.
Se enteró por la Policía. La víctima no supo que su boleto de Primitiva había resultado premiado hasta ser citada por la Policía Nacional para que acudiera a la Comisaría. La mujer declaró en el juicio que el susto fue mayúsculo. No sabía por qué la Policía Nacional la estaba buscando. Agentes de este Cuerpo estaban ya investigando a la ahora condenada. Fueron a todas las administraciones de lotería de Ciudad Real y dijeron a los dueños y trabajadores que les avisaran si llegaba una persona y jugaba los mismos números al sorteo de la Primitiva. El instructor de las actuaciones por posible estafa atestiguó en el juicio que así pudieron seguir el rastro y llegar hasta la víctima porque siempre jugaba los mismos números. De este modo, también se pudo incriminar a la lotera hoy condenada por estafa.