Las parroquias de Ciudad Real no acusan un descenso en la celebración de la primera comunión como en otras ciudades. El número de niños y niñas que la han recibido desde finales de abril es similar al de años anteriores, incluso en algunas parroquias hay un incremento.
En Santo Tomás de Villanueva han recibido el Sacramento de la Eucaristía por primera vez medio centenar de niños y niñas. El sacerdote Antonio Ruiz explica a La Tribuna que cada parroquia planifica las celebraciones de la primera comunión. Santo Tomás de Villanueva ha hecho cuatro tandas. Los padres han elegido la fecha y todo ha resultado muy bien, dice el párroco tras destacar el compromiso de las familias del barrio con la Iglesia Católica movidos por la fe. En este sentido, indica que hay muchas familias latinoamericanas que forman parte de la parroquia al residir en Pío XII y acudir a las celebraciones religiosas. El sacerdote recuerda que la formación cristiana que reciben niñas antes de tomar la primera comunión no se circunscribe a este momento tan especial, ya que es un proceso de educación cristiana.
El párroco de Santo Tomás también destaca la vuelta a la normalidad tras la pandemia por coronavirus. La catequesis ha sido presencial por la disposición de los sacerdotes y de las familias que han vuelto a las parroquias con sus hijos. A la formación religiosa impartida en los centros escolares se suma la catequesis en las parroquias. En Santo Tomás hay 19 catequistas.
En los mismos términos se expresa el párroco de San José Obrero, un barrio en plena expansión y con muchas familias jóvenes. En la Iglesia del barrio de Larache, un total de 14 niños y niñas han hecho la catequesis para recibir este mes de mayo la primera comunión de 14 niños en pequeños grupos. Algunos ya han celebrado este día tan especial y el resto lo hará los próximos días 21 y 28 de mayo. El sacerdote Lorenzo Navarro explica que algunos niños hacen la catequesis en la parroquia, pero luego toman la comunión en otra iglesia, en la del pueblo de sus padres o el colegio donde estudian.
En la parroquia de los Ángeles tampoco han acusado un descenso en las primeras comuniones por el descenso de la natalidad. El párroco Felipe Muñoz indica que se está notando un aumento en los nacimientos tras dos años de pandemia. En cuanto a las primeras comuniones, explica que el número se mantiene respecto al pasado año.
Desde San Juan de Ávila explicaron que tienen 70 primeras comuniones previstas que se celebrarán los tres fines de semana de junio previos al Corpus. En su caso, las comuniones se celebran los sábados a petición de las familias, explicaron desde la parroquia.
Mientras, en San Pedro, Pablo Martín del Burgo señaló que hay 166 menores que harán la comunión. En su caso, comenzaron el 30 de abril las celebraciones, con cinco fines de semana en las que habrá primeras comuniones: «cinco domingos y cuatro sábados», explicó. En San Pedro, como en el resto de parroquias, durante estos años de pandemia se optó por celebrar primeras comuniones todo el fin de semana «al haber tantos niños». «Necesitaríamos muchos domingos» si se hiciera de otro modo, explicó el párroco, que recuerda que en esta iglesia de la capital ha habido un incremento de los menores que hacen la comunión en los últimos cuatro años, hace un lustro había unos 120. «Se ven más maduros los muchachos y, al estar en los bancos con los padres, están más atentos y con más silencio», dijo, como uno de los cambios que ha traído la pandemia.
Esos pequeños grupos hay en la Merced, donde se esperan 37 comuniones, una cifra que «se mantiene» dijo el párroco, Adrián Delgado, así como la intención de organizarlo durante todo el mes de mayo, solo los domingos, en grupos de seis o siete adolescentes. «En cuanto a la celebración no hemos cambiado nada, está igual que antes de la pandemia», dijo Delgado.
Una de las parroquias de la capital con más celebraciones es la de Santiago, donde este año esperan 85 comuniones, donde como en San Pedro hay celebraciones los sábados y los domingos, con grupos de diez o doce jóvenes.