La hostelería busca de 500 a 700 empleados en la recuperación

Manuela Lillo
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La parálisis que sufrió el sector hizo que muchos profesionales buscaran otras opciones laborales. La reactivación de la actividad pone en alerta ante este «problema»

La hostelería busca de 500 a 700 empleados en la recuperación - Foto: Tomás Fernández de Moya

Fue uno de los sectores más afectados por la pandemia y todavía sufre algunas de sus consecuencias. El confinamiento hizo que muchos profesionales de la hostelería tuvieran que buscar otros puestos de trabajo debido a los cierres que se impusieron, de modo que un problema que no era nuevo, se ha agravado por la dificultad de encontrar mano de obra. Desde este sector estiman que ahora podría absorber a «entre 500 y 700 trabajadores» que se necesitan en bares y restaurantes.

Así lo puso de manifiesto a este diario la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, Cristina Miranda, quien comentó que desde principios de año se viene haciendo latente este problema y ahora ha ido a más, con la reactivación que se está viviendo en el sector de la mano de la celebración de bodas, comuniones y también de la llegada de la época de terrazas. De hecho, en cuanto a las primeras celebraciones, Miranda habló de «un atosigamiento tremendo» debido a los matrimonios que fueron pospuestos y que ahora se quieren hacer. «Hay mucha gente que ha pospuesto las bodas por la pandemia y ahora hay muchas reservas que se juntan con las comuniones», detalló.

Una senda hacia la recuperación prepandémica que considera «buena» para el sector, pero que choca con la falta de mano de obra. Es «un problema tremendo». Se buscan camareros de sala, personal de cocina, ayudantes o personal para las terrazas, de manera que aunque la patronal y distintas entidades están promoviendo cursos de formación, la oferta todavía es «insuficiente» para cubrir la demanda que existe.

Miranda hace un llamamiento a quienes tengan conocimientos de hostelería, experiencia e interés y aseguró que el sector ofrece unas «muy buenas condiciones laborales», que «han cambiado mucho» en relación a las que había en otro tiempo, al tiempo que recordó que el sector de la hostelería no es el único que trabaja cuando otros descansan». También lo hace el transporte, panadería o los profesionales sanitarios, dijo a modo de ejemplo.

Los trabajadores se necesitan, además, en el conjunto de la provincia, aunque en mayor medida -prosiguió- en aquellos municipios en los que hay más establecimientos de hostelería, como la capital, o los que cuentan con más recursos turísticos, como es el caso de Almagro, las inmediaciones de los parques nacionales o naturales.

La demanda de profesionales en el sector está dando lugar al «recorte de horarios», pese a que con el fin de las restricciones de la crisis sanitarias podrían ampliarlos, y también está provocando que haya negocios que no estén pudiendo abrir sus puertas o cuya apertura se está «ralentizando porque no hay personal».

La representante de la asociación provincial indicó que mientras que los ayuntamientos están mostrando actitud para «acelerar los trámites» de apertura y las instituciones están favoreciendo el emprendimiento y dando ayudas a la creación de empleo, se encuentran ahora con el problema de la falta de mano de obra, la que paraliza todo, dijo para comentar a renglón seguido que en algunos casos ha habido personas inscritas en el paro que han pedido a los empresarios que les declaren «que no son aptos» para continuar en el desempleo.

La necesidad acuciante de mano de obra hace que la asociación cuente, además, con una bolsa de trabajo, de manera que insta a quienes se planteer trabajar en el sector a contactar con ellos para favorecer una incorporación a los puestos de trabajo que es «prácticamente inmediata» y que no tiene carácter temporal, sino «de forma continua» si los negocios pueden salir adelante.

Bodas y comuniones.

La recuperación que está experimentando el sector no sólo llega de la mano de eventos como Fenavin o de celebraciones deportivas o turísticas, sino también con las comuniones y las bodas. Mientras las primeras recuperan su ritmo normal, en el caso de las segundas se concentran en las próximas semanas, debido a que la pandemia hizo que muchas parejas las tuvieran que posponer.

«Ya volvemos a la normalidad», dijo Carmen Navarro, administrativa del Torreón de la Fuensanta en referencia a las comuniones y bodas que acogen. De igual modo, en Pago del Vicario reconocen que ya tienen «bastantes peticiones», coincidiendo este mes comuniones y bodas y cuentan también con reservas para festejar uniones «para el año que viene», apuntó Lola Turrillo, recepcionista. De igual modo, desde el hotel Cumbria comentaron que no sólo están celebrando ahora comuniones, sino también comidas de graduaciones.