Antonio Casado

CRÓNICA PERSONAL

Antonio Casado

Periodista especializado en información política y parlamentaria


Más de lo mismo

03/11/2022

Cada sesión de control al Gobierno en el Congreso se convierte en un minidebate sobre el estado de la nación, con el Gobierno y el PP disparándose de uno a otro lado de la barricada. La de este miércoles no fue una excepción, pero a base de clavetear los respectivos argumentarios. O sea, más de lo mismo.
Una lástima que en la parte derecha no veamos al titular, Núñez Feijóo, aunque la portavoz, Cuca Gamarra, es una fiel portadora de sus posiciones. Por la izquierda también Sánchez traslada fielmente el cantable de la Moncloa, como lo haría si tuviese en frente al líder del PP y aspirante creíble a convertirse en presidente del Gobierno.
Esta vez la pregunta de Gamarra iba de las cosas de comer: hipotecas, inflación, cuentas públicas, previsiones de crecimiento, etc., pero no tardó en buscar los dos flancos más vulnerables de Sánchez: su falta de fiabilidad y sus amistades peligrosas con declarados enemigos del Estado.
No valía la pena profundizar en la subida de las hipotecas (unos 200 € de media) o en la nube negra de la recesión que planea sobre la economía nacional. Unas frases de aliño e inmediatamente el enésimo ataque con las mismas armas y sobre la misma posición en la que el Gobierno sigue atrincherado.
Primera pedrada: "Sus pactos con los independentistas le inhabilitan para defender los intereses generales". Segunda pedrada: "Usted no tiene palabra". Y así volvió al Congreso el culebrón del Consejo General del Poder Judicial pendiente de renovación desde hace cuatro años, en el que ambas fuerzas, Gobierno y PP, creen que será el otro quien salga perjudicado en las urnas.
En eso, ambos pueden tener razón porque no está nada claro sobre quien caerá el mayor castigo electoral como responsable del bloqueo en el funcionamiento regular de la administración de Justicia ¿Quién es más culpable de las setenta u ochenta vacantes en los tribunales ordinarios? ¿El PP, por su reiterada posición obstruccionista en la renovación del órgano de los jueces, o el Gobierno por haber habilitado una norma legal que impide hacer nombramientos a un CGPJ en funciones?
Y en cuanto a las amistades peligrosas, resulta desalentador que un problema de Estado como es el reto secesionista del independentismo catalán, se haya convertido en un elemento de confrontación entre los dos grandes partidos de la centralidad constitucional.
Por eso ninguno de los dos está libre de pecado. Es verdad que el PP debió haberse ahorrado las excusas para facilitar la renovación del CGPJ a su debido tiempo. Pero su obstruccionismo solo es comparable con la incongruencia de Pedro Sánchez, que exige al PP el cumplimiento de la Constitución mientras pacta con quienes quieren reventarla.