Los trabajadores de la región, los más felices

J.A.J.
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Según una encuesta de Adecco, casi nueve de cada 10 castellano-manchegos aseguran ser felices en su trabajo. Es el mayor nivel de satisfacción con el empleo propio desde 2011

Los trabajadores de la región, los más felices

Castilla-La Mancha está en los furgones de cola en muchas clasificaciones laborales, desde la seguridad en el trabajo al nivel de salarios. Por ello, sorprende que a pesar de todo esto -y que hoy es el denominado ‘blue monday’, el considerado día más triste del año- los trabajadores castellano-manchegos sean los más felices con sus puestos de trabajo. Así lo asegura la última encuesta elaborada por el grupo de recursos humanos Adecco sobre felicidad en el trabajo, efectuada en el conjunto de España.

Esta encuesta se ha realizado a unos 3.500 trabajadores españoles, y concluye que un 86,2 por ciento de los castellano-manchegos son felices con su empleo. Este porcentaje se ha incrementado 8,9 puntos porcentuales en el último año y se sitúa muy por encima del índice medio de felicidad español reflejado en la encuesta (76,1%). Este porcentaje marca también un histórico en las ocho ediciones de la encuesta pues hasta ahora el valor más alto había sido un 82,6% en el año 2011, primer año de elaboración de este estudio estadístico y previo a los años más duros de la última crisis económica.

Un año más, los castellano-manchegos valoran como lo más importante para ser feliz en su trabajo disfrutar de un buen ambiente laboral con los compañeros (votado con 8,10 puntos sobre 10). En segundo lugar, les importa tener un horario que permita conciliar vida personal y profesional, con 8,02 puntos sobre 10, y, en tercer lugar, se mantiene la idea de tener un buen jefe (7,93 puntos).

Preguntados los trabajadores castellano-manchegos sobre de quién creen que depende la felicidad laboral, para el 20,7% de ellos esta depende de la motivación que sepan transmitir los jefes a sus empleados así como otro 20,7% piensa que depende directamente de la empresa como organización, pues es esta quién debe velar por sus trabajadores. Un 17,2%, en cambio, cree que la felicidad depende únicamente de la actitud que tenga el trabajador.

Para el 29,9% de los castellano-manchegos, que un responsable empresarial contribuya a la felicidad de sus empleados pasa por saber escuchar a sus equipos y tener en cuenta sus opiniones, seguido de la idea de que un buen líder debe saber organizar sus equipos y gestionar sus tareas y conflictos (19,5%). A continuación, se sitúa el tener empatía y saber ponerse en el lugar de los empleados (13,8%).

Cuando se les pregunta en qué medida influiría a la hora de optar a un puesto de trabajo u otro que una empresa incluya políticas de felicidad profesional entre su paquete de beneficios, 9 de cada 10 castellano-manchegos afirman tenerlo en cuenta y de ellos, 6 de cada 10 lo consideran además un aspecto fundamental. Esta percepción crece más de nueve puntos porcentuales este año.

Sobre si las empresas están incluyendo medidas relacionadas con la felicidad laboral en sus políticas de Recursos Humanos, solo el 16,1% cree que sí lo están haciendo de manera seria. Otro 35,6% de los castellano-manchegos consultados piensa que se está haciendo, aunque tímidamente, y la mayoría, el 48,3%, considera que las empresas aún no están llevando a cabo suficientes políticas de felicidad laboral en su organización.

Sobre qué políticas influyen más positivamente en la felicidad laboral de los trabajadores, las de bienestar y salud son prioritarias para los trabajadores de Castilla-La Mancha (73,6%), así como las retributivas (60,9%) y, a más distancia, las de riesgos laborales (29,9%) y las medioambientales (26,4%).

Los riojanos, los más insatisfechos. Según el índice autonómico publicado a partir de esta encuesta de Adecco, sólo tres regiones superan junto a Castilla-La Mancha el 80 por ciento de empleados satisfechos: Navarra (85,2 por ciento), Aragón (89,2 por ciento), y Murcia (82,3 por ciento).

En el extremo contrario, nos encontramos a la norteña comunidad de La Rioja como la que debe tener más porcentaje de empleados infelices de toda España. El nivel de empleados con un puesto que les proporciona felicidad se queda en un 58,3 por ciento, tras un descenso del 18,6 por ciento respecto a 2017.