Un notable a la situación familiar en Ciudad Real

Hilario L. Muñoz
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El Observatorio de Intangibles de Calidad de Vida muestra la provincia como la zona de la región con mejor valoración de su hogar, el factor clave de la felicidad y que no ha variado pese al virus

Una familia camina por el centro de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Los ciudadrealeños son los que mejor valoran su situación familiar en Castilla-La Mancha dándole un notable alto y se podría decir que se encuentran entre los más felices de la región, aunque sea por apenas unas décimas, respecto al resto de vecinos de Castilla-La Mancha. Este es uno de los muchos análisis que se pueden extraer del Observatorio de Intangibles de Calidad de Vida, realizado por el Intellectual Capital Research Group (ICRG) de la Universidad de Castilla-La Mancha. Se trata de un estudio que mide la felicidad, iniciado en 2020 y que esta semana ha publicado su segundo informe.

En el documento se analizan con detalle estadístico las cinco provincias castellano-manchegas y Madrid para medir la satisfacción de la vida, la seguridad, la economía, el trabajo, el efecto del COVID o esa situación familiar. Se trata de factores que se puntúan del 0 al 10, pero que tienen un peso específico distinto, siendo el más importante de todos el entorno en el hogar.

En el caso de Ciudad Real, la valoración general es «más o menos como en toda España, donde los datos señalan una caída en torno al 2 por ciento», explicó el catedrático de Economía Aplicada de la UCLM, Víctor Raúl López, codirector y fundador del ICRG. «Ciudad Real está en la media, ni mejor ni peor», salvo en ese punto de la situación familiar. En concreto, los ciudadrealeños dan un 8,33 a su hogar, medio punto más que los albaceteños y los toledanos. Se trata de la puntuación más alta, y es similar, solo una centésima menor, que el resultado del año pasado.

«Casi el 40 por ciento de la felicidad es tener una familia en la que te puedas apoyar», recordó López, una muestra de la importancia que tiene esa nota dada por los ciudadrealeños a lo que se encuentran en su hogar. En la encuesta, el grupo de investigación recuerda que se ha observado cómo la pandemia ha tenido mayor efecto entre quienes viven solos o tienen menos arraigo familiar, señaló el catedrático.

Otros factores

En esa centésima caen otros factores como la situación económica, con un 7,49, apenas sin cambios en Ciudad Real, mientras que el resto de valoraciones que se efectúan ha bajado medio punto. Se da un 7,6 a la satisfacción de la vida; un 7,90 a la seguridad; y un 7,33 al trabajo. Mientras, el efecto de la pandemia tras las olas de verano y Navidad ha subido en casi un punto en la provincia, pasando de un 7,01 a un 7,98, un incremento similar al que se ha producido de forma general.

«La provincia con mayor valor en satisfacción de vida y seguridad le corresponde a Guadalajara, unido a que el resto de los valores, incluso el efecto COVID, son también muy favorables», mientras que «en el polo opuesto destacan Toledo y en algunos casos Albacete», se indica en el texto del Observatorio.

El Observatorio de Intangibles de la Calidad de Vida se presentará el próximo 16 de noviembre e incluye el análisis de decenas de factores como el lugar de residencia, algo clave, ya que en «las zonas rurales de mayor seguridad y menor efecto de la pandemia» y «solo la cuestión económico-financiera parece estar claramente del lado de las grandes ciudades», pero ha empeorado en los municipios más pequeños, tras la segunda y la tercera ola, donde se vio que el virus también había llegado a los pequeños municipios. Igualmente se analiza el acceso a internet, el teletrabajo o la felicidad por edades.