El Ayuntamiento de Daimiel ha aprobado en Pleno, celebrado esta tarde, la donación de la Venta de Borondo para su titularidad municipal. Se trata de uno de los últimos trámites necesarios para que este edificio del siglo XVI, y hasta ahora de carácter privado, pase a manos del Consistorio para poder salvarlo del derrumbe. La donación de este inmueble salió adelante por unanimidad, es decir, todos los partidos políticos con representación municipal (PP, PSOE e IU) votaron a favor. Ahora, el siguiente paso será firmar la escritura pública ante notario en las próximas semanas. Es el trámite definitivo para que la venta cervantina sea ya municipal. En este sentido, el portavoz del equipo de Gobierno, Jesús David Sánchez de Pablo, señaló que justo ayer por la mañana se recibió el borrador de esa escritura que se remitirá a todos los propietarios para su revisión y posterior firma.
Durante su intervención, Sánchez de Pablo reconoció que «la propia complejidad administractiva y el hecho de que la propiedad estuviera fragmentada (son varios los propietarios) ha retrasado esta nueva titularidad en la que se empezó a trabajar en el año 2016, por lo que calificó el día de ayer de «histórico».
La concejala de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán, declaró que la intención del Consistorio daimieleño es acondicionar el inmueble, «cuyas cubiertas se encuentran en muy mal estado» e integrar la Venta en la estrategia turística del Consistorio, quizás a través de una ruta, por lo que declaró que «es el momento de mirar al futuro y trabajar para analizar todas las potencialidades que ofrece este inmueble» al que la Administración regional le otorgó en el año 2007 la declaración de Bien Interés Cultural (BIC) y que «no ha cumplido con sus obligaciones».
Desde las filas socialistas, su portavoz, Ramón Galiana, recriminó a la edil popular sus palabras sobre la falta de apoyo del Gobierno regional al considerar que «estaban fuera de lugar» porque «la Administración más cercana es el Ayuntamiento y es quien pueda sacar provecho de este inmueble». Asimismo, estuvo de acuerdo en que hay que mirar al futuro, algo en lo que también mostró su conformidad el portavoz de Izquierda Unida, Galo Sánchez-Bermejo, quien argumentó que «todos tenemos la culpa de cómo está la Venta de Borondo, por lo que es hora de mirar al futuro y entre todos ver las extraordinarias pontencialidades». Por ello, no dudó en lanzar el guante de la colaboración al equipo de Gobierno para ver qué uso se puede dar al inmueble, cada vez más cerca de conseguir la titularidad municipal.
Por último, volvió a tomar la palabra el portavoz del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Daimiel, Jesús David Sánchez de Pablo, para agradecer a los miembros de la Asociación Cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego, en especial a su presidente, David Cejudo, su «trabajo y empeño» por lograr un «objetivo muy difícil». «Si no hubiera sido por su interés, hoy la venta cervantina no estaría», declaró al tiempo que subrayó que «han conseguido algo que parecía imposible». «Tocaron muchas puertas y lograron poner de acuerdo a toda la propiedad, que son muchos, para su cesión», subrayó el popular.