Hay que promocionar las bodegas que exportan vino embotellado

D. M - A. Pobes
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La Tribuna continúa su serie de entrevistas con varias de las grandes empresas de la provincia en un momento clave de la economía nacional e internacional, en esta ocasión con el presidente de una de las que más facturan Félix Solís Avantis

Hay que promocionar las bodegas que exportan vino embotellado - Foto: Rueda Villaverde

Félix Solís (Villanueva de los Infantes, 1946) ha conseguido levantar uno de los imperios vitivinícolas más importantes del país y es un referente internacional. Con presencia en la mayoría de las denominaciones de España, la expansión del grupo Félix Solís Avantis llega hasta Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica y China. Es una de las firmas que más factura en la provincia de Ciudad Real por su afán de tributar  los impuestos de sus distintos grupos empresariales en Castilla-La Mancha:«Es mi tierra y la sede social de mis empresas deben estar en Valdepeñas para ayudar a la región». Con casi 800 empleados, 500 en las instalaciones valdepeñeras, es, sin duda, una de las grandes empresas que en los próximos meses dará a conocer varios proyectos millonarios para aumentar su capacidad de envejecimiento de vino y la modernización de sus instalaciones. Ni la pandemia, ni los problemas ni las denuncias en la Denominación de OrigenValdepeñas ni los nubarrones económicos que anuncian en otoño frenan a una de las bodegas de España que más exporta a mantener el crecimiento. Sobre los problemas en la Interprofesional, es parco en palabras, el «ruido» ha provocado una bajada de «hasta un 20%de las ventas del vino de Valdepeñas». Está tranquilo sobre la denuncia por presunta estafa en la Audiencia Nacional:«Nosotros hemos hecho los deberes», sentencia. 

¿Cómo encara una de las empresas referentes del vino de España esta incertidumbre en la que algunos expertos ya catalogan de crisis?

Estamos sufriendo mucho por varias razones. La primera, como todo el mundo sabe, es que los precios de las materias primas y el material auxiliar como son los tapones, la cajas y el vidrio, principalmente, han subido. Nosotros consumimos unos 300 millones de botellas de vino entre todas las bodegas que tenemos y el coste ha subido prácticamente al doble. Un mayor importe en el material auxiliar, que supone unos 50 centímetros por botella, y que no ha repercutido como debiera en un incremento en el precio del vino. Estamos subiendo, pero no lo que podría ser en relación a esa subida de la materia.Y en segundo lugar, el gasto de luz y gas. Por poner un ejemplo, de gas pagamos unos 40.000 euros al mes y en este momento llegamos a los 250.000 euros, mientras la factura de la luz venía siendo de unos 2,5 millones de euros al año y ahora pagamos ocho millones. No sé como vamos a salir de esta. El año va a ser muy problemático.  

Hay que promocionar las bodegas que exportan vino embotelladoHay que promocionar las bodegas que exportan vino embotellado - Foto: Rueda Villaverde

¿Prevé entonces una subida en los lineales del vino?  

Por supuesto, los lineales tienen que subir. No queda más remedio. Pero no por el vino, sino por todo lo que he explicado con anterioridad. Todo ello sin olvidar el transporte, pues si el sector vuelve a otras semanas de huelga nos harían un cisco. No sé si las cadenas de alimentación lo aguantaríamos.  

Ante esta situación, ¿la empresa no descarta llevar a cabo alguna medida de reajuste? 

Estamos aguantando el tirón, incluso estamos vendiendo en torno a un tres o un cuatro por ciento más que el año pasado, pero los resultados no serán los mismos que en años anteriores porque no se puede subir en el vino el incremento que se ha producido en el precio de los materiales auxiliares, y por lo tanto será un año malo, con menos rendimiento y menos beneficios. Pero vamos a ver cómo termina el año, pues el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania también ha afectado. En Rusia se vendía mucho, pero eso ha caído prácticamente al 80 ó 90 por ciento, lo que significa que hemos perdido entre 30 y 40 millones de euros de venta. 

Pese a esa incertidumbre, el sector del vino, en lo que se refiere a exportación, está disparado. 

En el sector del vino hay dos tipos de exportaciones. Uno, es el vino embotellado, me refiero a nivel general y no solo de las denominaciones de origen, y otro es el vino a  granel, donde Castilla-La Mancha es prácticamente donde más vende. El vino embotellado está subiendo entre un dos y un tres por ciento más. Exportamos a casi 120 países, y el 50% de lo que exportamos está en diez país. 

¿Teme otro parón del consumo por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo? 

No lo sé, pero la ventaja que tienen empresas como las nuestras es que estamos en un segmento medio en el que nos va muy bien, aunque no sé cómo se va a comportar es en el segmento alto. También existe una contradicción y es que en plena pandemia fue cuando más vino de mayor valor se vendió. De hecho, en esa época elevamos las ventas y los beneficios. Fue el año mejor en cuanto a relación de beneficios. 

Félix Solís Avantis es una de las empresas que más factura en la provincia. El sector agroalimentario es, sin duda, el gran motor. ¿Qué cree que le falta a Ciudad Real para  no depender tanto de este sector?  

Quizás buscar otro tipo de actividades o facilitar suelo de cara a que las empresas instalen sus negocios y fábricas en la provincia. Se debería buscar otras alternativas para que no solo sean las que tenemos, que son básicamente relacionados con el tema agrario.    

Félix Solís Avantis ha culminado uno de sus proyectos más ambiciosos como es la sala de barricas más  grande del mundo. ¿Cuál es el objetivo de esta megainfraestructura vitivinícola? 

¿Por qué se hace?, pues porque había que reubicar todas las barricas que teníamos en un solo lugar. Para eso, se necesitaría unos 25.000 metros cuadrados, es decir, dos hectáreas y media, para tener también el tren de lavado, de llenado, etc. Y eso era imposible por falta de terreno, por lo que tuvimos que inventarnos. Ahí tenemos 17 pisos con el frío y la  humedad correspondiente para que la barrica esté en su lugar ideal con la presencia de la automatización. Antes de empezar este almacén, teníamos 80.000 barricas y ahora hemos subido a 120.000. Todo eso ha supuesto una inversión entre los setenta y ochenta millones de euros, pues hay que tener en cuenta que hay cuarenta millones de litros  de vino metidos y cada barrica, por poner un ejemplo, vale uno 450 euros. Solo en barricas son 45 millones de euros.  

¿Y todo esto sin ningún apoyo de la Administración?

Hemos tenido un pequeño apoyo, no en toda la obra, pero sí en parte.  Para mí, las empresas particulares y familiares son las que tiran del tren del embotellado en España, pero la instrucción que existe de la Administración es que se benefician más de las subvenciones las cooperativas, que en general venden vino a granel, y en cambio al tipo de empresas como la muestra es por puntuación. Si Castilla-La Mancha tuviera cinco bodegas iguales que ésta, el 40 por ciento del vino no tendría que salir. Tendríamos que tener más ayudas por parte de la Administración, sobre todo para vinos embotellados. 

¿Qué más proyectos tiene Félix Solís Avantis encima de la mesa? 
Ahora se hará un botellero también automático con capacidad para quince millones de botellas, pues  tiene que estar entre ocho y doce meses durmiendo en botella.  Y se está trabajando en la construcción de una bodega de elaboración y embotellado de vino en Chile será la más moderna del país. 

¿Cuál es el secreto de haber creado  a partir de una pequeña empresa familiar la gran bodega actual?

No hay ningún secreto, pero, si tuviera que decir una palabra, diría trabajo. Únicamente, trabajo. Nosotros somos de Villanueva de los Infantes y con quince años vinimos a Valdepeñas, donde mi padre montó una pequeña bodega y se embotellaba en Madrid, cerca de la calle Bravo Murillo, pues entonces las botellas llegaban de Francia. Empezamos a vender y cogimos el tren de la alimentación, fue entonces cuando en los años 60 empezamos a exportar.    

¿Y el vino en lata?

No lo veo. Al menos en los países productores. Sigue funcionando los botellines de vino, muy utilizados por las aerolíneas y los packing box, en aquellos mercados donde ya existe una cierta tradición como son los anglosajones, con un alto valor añadido.

¿Cómo se puede promocionar más el vino de Castilla-La Mancha?

Nuestra región es el mayor viñedo del mundo. Es necesario intensificar la promoción de aquellas bodegas que venden y exportan vino embotellado. El granel que se transporta a países como Francia, después se vende mucho más caro que en España. A veces se incide demasiado en los rendimientos, en los litros, cuando hay campañas, como la actual, donde el stock es importante. Nosotros, por ejemplo, tenemos, en Mancha y Valdepeñas, 200 millones de litros actualmente almacenados a las puertas de la vendimia.

Félix Solís Avantis está presente en otras denominaciones. Con esa experiencia que tiene, ¿cuál sería el modelo?

Todas las denominaciones de origen tienen problemas. En La Rioja, lo estamos viendo con la Rioja alavesa. En esa búsqueda donde el agricultor quiere más precio por su uva y el industrial que tiene que competir en el mercado existen las diferencias grandes, por ejemplo, con el valor que se le da al producto en otras regiones. Debe haber mayor unión entre los consejos reguladores que, por cierto, con la ley en la mano encorsetan e impiden la entrada de otros productos más acordes con los gustos del mercado, especialmente en el segmento joven, con vinos por ejemplo blend -de diferentes tipos de uva-. Los consejos no salen del joven, crianza y reserva. Son más importantes ahora las marcas que las denominaciones.

Con la inflación por las nubes y a la vista de dos meses del inicio de la campaña, ¿se va a pagar más por la uva?

En Valdepeñas siempre pagamos más que en el resto de la región. Se paga lo que se puede y a lo que realmente se vende el vino. En Valdepeñas, en existencias, hay ahora sobre 120 millones de litros. Nosotros tenemos en el orden de 75. Y la DO Valdepeñas vende al año 40 millones. En este stock, evidente, se incluye el vino en envejecimiento.

¿No se ve prevén subidas?

No se sabe. Dependerá también de cómo venga la cosecha si es larga o no. La meteorología también juega su papel. El año pasado se pagó más del doble que en el año anterior. 

¿Se tiende ya a pagar más por calidad que por rendimiento?

Eso vendrá solo y ya se está imponiéndose. Aunque llevábamos varios años trabajando en esta línea, en la próxima cosecha, Félix Solís primará mucho más la calidad que la cantidad, así como la uva que se recoge a mano. 

El año pasado fue nombrado por Valdepeñas hijo adoptivo. ¿Cómo lo recibió?

Agradecí al pueblo de Valdepeñas su generosidad. Fue una satisfacción no solo para mí, sino para toda la familia, mis hermanos, y para toda la gente que trabaja en la bodega. Es un reconocimiento también a su trabajo.

¿Está contento con el patrocinio del equipo de fútbol sala Viña Albali Valdepeñas tras las últimas campañas?

La verdad que sí. Estar entre los cuatro primeros de la Liga durante dos temporadas seguidas es una satisfacción. El club hace una gran labor, gracias a su presidente Luis Palencia y a su mujer Pilar, que son extraordinarios. Para la próxima temporada, incrementaremos un 20 por ciento el patrocinio para poder competir en mejores condiciones. Un esfuerzo que también se verá refrendado por el resto de patrocinadores, socios y abonados. 

¿Qué espera de la denuncia en la Audiencia Nacional sobre el presunto fraude de los vinos DO Valdepeñas? 
No se puede saber. Estamos varias bodegas y entre ellas, la que promovió todo esto. 

Hace un año, reclamaba una auditoría externa. ¿Hubiese solucionado en parte el problema?

Fuimos los impulsores, pero después no se llevó a cabo. Desde que ocurrió todo esto, Valdepeñas ya no es lo que era. Todo este ruido ha provocado un descenso en las ventas del 20 por ciento en el vino DO Valdepeñas. 

Han sido años difíciles para la Denominación de Origen de Valdepeñas. Ahora que no hay interprofesional hay menos ruido. ¿Cuál es el futuro? 

La Denominación de Origen no se ha tocado, pero sí la Interprofesional. Por un lado estábamos los industriales y por otro los productores, donde estaban las asociaciones de agricultores como Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias pero prácticamente ninguno era de Valdepeñas. Como saben el conflicto se origina por una denuncia, y tras desacuerdos fue imposible seguir con la DO. Hasta que en un momento determinado, la Junta de Comunidades opta por extinguir la Interprofesional y asumir ella la gestión. Y ahora, estamos mejor que nunca porque tenemos empresas de certificación y va perfecto. Estamos haciendo los deberes, por lo menos esta empresa ha hecho los deberes con una inversión de entre 70 y 80  millones de euros  en la sala de barricas mientras otras no los han hecho. 

Se habla de volver a crear una Interprofesional. ¿Lo ve factible en un corto plazo?

Creo que hay que dar un tiempo para que las aguas vuelvan otra vez a su cauce. Contra los agricultores no tengo nada, pero creo que en el Consejo Regulador de Valdepeñas deberían estar agricultores de Valdepeñas, y eso debería ser así.